Algunas películas te dejan sin aliento, no por sus efectos ni por su espectacularidad, sino por la tensión pura, física, que logran generar desde el primer segundo. Una de ellas es ‘Whiplash‘ (2014), de Damien Chazelle, una de esas experiencias cinematográficas que se pueden sentir en el estómago: un duelo psicológico feroz entre un alumno obsesionado por la perfección (Miles Teller) y un maestro tiránico e inabarcable (J.K. Simmons) que redefine el límite entre disciplina y abuso.
La película funciona como un latigazo emocional que se percibe en cada golpe de baqueta y cada mirada afilada del temible Terence Fletcher. No importa si sabes o no de música, el largometraje te atrapa por la potencia de sus interpretaciones, por su montaje hipnótico y por esa pregunta que flota en el aire desde el primer minuto: ¿hasta dónde está permitido llegar para ser extraordinario?
LAS 10 MEJORES SERIES DE LA DÉCADA (2010-2019)
Duelo a baquetazos
‘Whiplash’ destaca porque convierte un aula de ensayo en un campo de batalla emocional. Chazelle filma la música como si fuera acción pura, con un montaje que golpea al espectador al ritmo de la batería de Andrew. Cada vez que Fletcher entra en escena, la atmósfera cambia, el sonido se tensa, el aire parece más pesado y la violencia psicológica se vuelve casi insoportable. Y la película nunca banaliza esa toxicidad; la coloca en primer plano para forzar al espectador a cuestionarse la naturaleza del éxito, el precio del sacrificio y el mito del genio.
Por otro lado, Miles Teller entrega el que sigue siendo uno de los mejores papeles de su carrera, pero es J.K. Simmons quien eleva la película a otro nivel -por eso se acabó llevando el Oscar a Mejor actor de reparto-. Su Fletcher es uno de los antagonistas más memorables del cine reciente, un profesor que maltrata, manipula y humilla con precisión quirúrgica.
Y el clímax final, con esa interpretación inhumana, es uno de los momentos más electrizantes de la película cine contemporáneo. No solo por la dificultad técnica o por la velocidad con la que Teller destroza las baquetas, sino porque ahí se condensa toda la tensión de la película: alumno y maestro dejan de ser enemigos para convertirse en dos fuerzas que se alimentan mutuamente, destruyéndose y admirándose al mismo tiempo.

Por todo eso, ‘Whiplash’ es una de las películas imprescindibles de los últimos años. Y puede que esta sea una excusa ideal para verla, porque Netflix la eliminará de su catálogo el 30 de noviembre.
En Espinof | Las mejores películas de 2025
En Espinof | Las mejores películas de Netflix en 2025
