Durísimo repaso del Chelsea al Barcelona en Champions (3-0), en un partido donde el conjunto inglés fue muy superior al catalán de principio a fin, pero donde una jugada marcó la debacle definitiva de los de Hansi Flick: la absurda expulsión de Ronald Araujo al borde del descanso. Con uno menos, con un ritmo absolutamente inferior, con incapacidad para mover el balón con velocidad y entender como defender al conjunto blue, el Barça sufrió un rapapolvo de esos que no se olvidan.

Desde los primeros minutos de partido, el Chelsea se mostró infinitamente superior a un Barça incapaz de encontrar los dominios de Robert Sánchez, salvo en un par de balones profundos con Ferran y Fermín como jugadores más dinámicos en los metros finales. Pero los ingleses firmaron un partido perfecto para maniatar al Barça: presión muy alta, continuos esfuerzos defensivos y mucho ritmo en ataque, doblando continuamente por banda para que la jugara terminara en el lado contrario.

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Albert Ortega. Barcelona

Pieza importante fue Enzo Fernández que, como si fuera un mediapunta, era el jugador encargado de aprovechar los espacios que dejaba la defensa azulgrana y, de hecho, besó la red contraria en un par de ocasiones, pero Slavko Vincic, asistido por el VAR, los anuló por fuera de juego. Aun así, la presión blue era tan grande que el Barça estaba demasiado aculado atrás y, fruto de esa situación sobre el césped, llegaba el autogol de Jules Koundé, un golpe del que Barça no se supo reponer.

Pero el mazazo que sentenció el partido llegó antes del descanso… y fue el enésimo tiro en el pie de Araujo. El uruguayo, que había visto amarilla en el minuto 32 por protestar, iba a irse a la calle después de una acción temeraria solo 9 minutos más tarde. En un balón dividido con Cucurella, el internacional español la tocaba lo justo para superar al central culé que, descontrolado y violento, se llevaba por delante al lateral zurdo de manera clamorosa. Segunda amarilla y a la calle.

El problema de Araujo es que no es la primera vez que queda señalado en un partido importante. En la 2024-25, cometía dos errores infantiles en las semis de Champions ante el Inter que condenaban al Barcelona a la eliminación. Un curso antes, en la 2023-24 ante el PSG, perdía un absurdo balón en salida y en el intento de recuperación, de nuevo sin control, se llevaba puesto a Barcola. Roja directa en el 29′ y remontada de los galos para eliminar a los azulgranas.

En los últimos meses, Araujo se ha especializado en salir en buena parte de las fotos de los errores defensivos del Barcelona, muchos de ellos en partidos importantes. Es más, es el cuarto jugador de toda la historia de la Champions que ha sido expulsado dos veces en el primer tiempo de un partido. Y Hansi Flick lo sabía. La cara, sin decir una sola palabra, del alemán mirando a su segundo, Marcus Sorg, tras producirse la expulsión, le delataba: llevaba un ‘te lo dije’ implícito.

«En la primera amarilla no sé qué pasó, tengo que hablar con Araujo y tengo que verlo para analizarlo. En cuanto a la segunda… Quizás no debería haber ido abajo, pero esto puede pasar en el fútbol. No era el momento ni el partido para ello«, explicaba Flick en la posterior rueda de prensa. «Empezamos muy bien el partido y tuvimos una gran oportunidad para el 0-1, pero la roja lo cambia todo. Nunca es fácil contra este equipo, sobre todo, con uno menos», señalaba.

Los posteriores goles de Estevao y Delap confirmaban la humillación. Ahora, el Barça está fuera del pase directo a los octavos de Champions y necesita que se den una serie de combinaciones para lograrlo, si bien sus últimos tres partidos son sencillos: Eintracht (c), Slavia (f) y Copenhague (c). Pero el golpe recibido ante el Chelsea confirma que los ingleses están un punto por encima de los azulgranas. El meneo es de esos que duelen y más cuando el señalado vuelve a ser el de casi siempre.

Durísimo repaso del Chelsea al Barcelona en Champions (3-0), en un partido donde el conjunto inglés fue muy superior al catalán de principio a fin, pero donde una jugada marcó la debacle definitiva de los de Hansi Flick: la absurda expulsión de Ronald Araujo al borde del descanso. Con uno menos, con un ritmo absolutamente inferior, con incapacidad para mover el balón con velocidad y entender como defender al conjunto blue, el Barça sufrió un rapapolvo de esos que no se olvidan.