En esta pequeña zona del distrito XVI de París, abandonamos el bullicio de la ciudad para adentrarnos en un mundo estilo art nouveau. “Hay toda una poesía, un camino, una calma, estamos en otro universo”, dice Véronique Cotrel, interiorista y fundadora de la agencia homónima, encargada del proyecto.
Los anteriores propietarios llevaban más de medio siglo viviendo en esta casa. En el interior, muchos elementos de época habían permanecido intactos. “Había un alma muy fuerte, pero también cierto polvo del tiempo. Nuestro papel era revivir la casa sin traicionarla”, señala.
La fachada de esta villa familiar, construida a principios del siglo XX y situada en el corazón del distrito 16 de París.
Cortesía de Véronique Cotrel
Véronique Cotrel y Emmanuelle Beaumont, interioristas de la agencia Véronique Cotrel.
Cortesía de Véronique Cotrel
La casa tiene varios niveles. En la planta baja, una gran sala de estar, organizada en torno a una cocina de planta abierta, se abre al jardín. En la planta superior hay una suite principal y un estudio. La planta superior está reservada a los niños. En el tejado, una terraza verde ofrece una vista panorámica de París.
Naturaleza en cada planta
“Hemos plantado la casa de verdad”, dice Véronique Cotrel. En la parte delantera, junto al portal, había una puerta de garaje, vestigio de una época en la que los coches aún aparcaban allí. “Hoy, en París, esa no es la tendencia. Sustituimos los símbolos del lujo de ayer por los de hoy: jardines, espacios al aire libre, vistas elaboradas”. La circulación interior se rediseñó para acompañar esta apertura a la naturaleza. Un acceso ampliado a la azotea permite ahora disfrutar plenamente de la exuberante terraza. Los arquitectos también rediseñaron la parte trasera de la casa. La sala, orientada hacia el jardín, se abre ahora a través de un mirador a una terraza suspendida donde se colocó el comedor exterior, dispuesto en cascada. Desde aquí, una escalera lateral prolonga el movimiento y conduce al jardín. Este juego de niveles suaviza la transición entre el interior y el exterior, multiplicando las perspectivas y creando mundos diferentes.