Koldo García y José Luis Ábalos vuelven a estar citados en el Tribunal Supremo porque la Fiscalía Anticorrupción entiende que hay que endurecer las medidas cautelares, es decir, aquellas que se toman para evitar destrucción de pruebas o, en el caso de que la investigación ya haya concluido -como en el caso de las mascarillas, para asegurar que cuando llegue el juicio, ninguno de los procesados se haya dado a la fuga.

Endurecer las medidas cautelares no significa el ingreso en prisión preventiva, aunque es una de las opciones y, según opina Carlos Alsina, da la impresión de que tanto Koldo como Ábalos están «resignados» a que esta es la opción que más probabilidades tiene: «Es lo que hace que se tema que puedan acabar en prisión y es lo que hace que todo lo que se mueve a su alrededor, lo que hacen, lo que dicen o lo que confirman, se esté interpretando en esta clave».

Ábalos confirma la reunión

Pone de ejemplo el tuit que publicó este miércoles el exministro de Transportes en el que «fuentes presenciales» le confirmaron que sí se produjo la reunión entre Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi en un caserío del País Vasco para apalabrar la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. Reunión que tanto el presidente como el líder de Bildu han desmentido.

«Ayer salió Ábalos y eso sí que hizo temblar algunas piernas. Ábalos tuitero dijo que a él fuentes presenciales le confirmaron que esa reunión sí que existió. Esas fuentes presenciales pueden ser Cerdán, Antxón Alonso (Servinabar), Arnaldo Otegi o Pedro Sánchez. ¿Con quién tenía más trato en 2018 José Luis Ábalos que con Pedro Sánchez? Era su hombre de confianza para todo», reflexiona Alsina.

«¿Qué pretenden Ábalos y Koldo con esto?»

Por eso, explica, hay gente que interpreta que lo que está haciendo Ábalos es señalar directamente al presidente del Gobierno como la persona que le aseguró que esa reunión sí se produjo. Pero, ¿qué pretende Ábalos con esto?, se pregunta Alsina: «¿Qué pretenden Ábalos y Koldo? ¿Qué es lo que creen que pueden conseguir de Sánchez que no hayan conseguido hasta ahora hablando de cosas que, según el Gobierno, son una inventada y según ellos sí se produjeron?».

Recuerda Alsina que estas cosas «no son delictivas», que reunirse en 2018 con Arnaldo Otegi no es un delito, «visto desde el año 2025 después de todo lo que ha hecho el PSOE, ni siquiera sería un escándalo», por eso, se vuelve a preguntar qué creen Ábalos y Koldo que pueden conseguir de Sánchez «contando este tipo de cosas».