En el comedor del Palacio Real, en una mesa estilo imperial donde había unos cien invitados, Felipe VI apeló esta noche a los lazos que unen a España y a Alemania, durante la cena de Gala en honor al presidente de la República Federal  … Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender, quienes han iniciado esta mañana su visita de Estado a España. «Nos hermanan los ideales de libertad, democracia, justicia social y respeto a la dignidad de la persona», afirmó el Rey, al tiempo que aseguró que «nos une Europa». 

El día terminó donde comenzó. Si a primera hora de esta mañana los Reyes recibieron con honores al presidente alemán y la primera dama en el Patio de la Armería, al final de la jornada ofrecieron una cena en su residencia oficial. Entre los que se encontraban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. También se encontraba el lendakari, Imanol Pradales, quien por primera vez visitó el Palacio Real y Felipe VI durante el saludo le dio la bienvenida al mismo. 

Pradales asistió porque la visita de Estado de Steinmeier concluirá el viernes precisamente en Guernica. El Rey agradeció al presidente el gesto de «concordia» al visitar esta localidad vasca. «En nombre del pueblo español, reconozco y agradezco, Señór Presidente, el gesto de profundo calado simbólico y de concordia que tendrá lugar estos días: Vuestra visita al País Vasco, adonde os acompañaré a honrar la memoria de las víctimas en el bombardeo de la ciudad de Guernica, en abril de 1937, durante nuestra terrible Guerra Civil, que tanto tuvo de antesala de lo que aconteció en Europa poco después; un recordatorio del horror al que conducen los totalitarismos». 

Tras los saludos iniciales en el salón del Trono, los Reyes y la pareja presidencial pasaron al comedor de Gala, donde les esperaban ya a la mesa el resto de invitados. Don Felipe lució la medalla de la orden del Toisón y la Reina Letizia eligió la tiara Cartier y los pendientes de chatones del joyero de pasar.

Antes del brindis, Don Felipe afirmó que «vivimos tiempos inquietantes, marcados por la crisis del multilateralismo y del orden mundial basado en normas». En este sentido, recordó que a lo largo de este año «seguimos presenciando con frustración e indignación, violaciones inaceptables de la legalidad internacional, con gravísimas consecuencias humanitarias» en varios países de África, en Oriente Próximo y «en nuestro propio continente», en Ucrania, «esa guerra iniciada por la agresión de Rusia y que va camino de durar 4 años». 

«En este clima general de incertidumbre», Don Felipe expresó que «es preciso subrayar la importancia de nuestra cooperación en seguridad y defensa, en el seno de la OTAN y de la Unión Europea, y que se traduce, entre otras, en misiones de gran importancia para la paz y la estabilidad, especialmente en el flanco este de Europa». En este sentido, el Rey ensalzó que tanto España como Alemania defienden juntos en Bruselas «un modelo que podría definirse con las palabras ‘más Europa’», porque ambos países buscan «una Unión aún más cohesionada, más competitiva y más próxima a los ciudadanos, más comprometida con la sostenibilidad, el crecimiento y la innovación; referente global en derechos humanos, justicia, solidaridad y cooperación internacional», que son precisamente los desafíos que ambos países luchan por combatir.

Primera visita en 23 años

Esta es la primera visita de un Presidente de la República Federal de Alemania en 23 años, después de la realizada por Johannes Rau, el 12 de noviembre de 2002. El canciller Merz lo hizo el pasado mes de septiembre. 

Tras las palabras de Don Felipe, Steinmeier se dirigió a los Reyes y al resto de invitados para describir su visita a Madrid como un encuentro «entre amigos» y subrayó que «nuestra amistad es valiosa» y «preciosa», forjada «durante décadas, sí, durante siglos». Como el Rey, el presidente federal también celebró la estrecha cooperación en la economía, la cultura y la ciencia, y recordó que más de 300.000 ciudadanos viven entre España y Alemania. Alertó de la «doble ruptura histórica» que vive Europa y apuntó directamente a la guerra de agresión de Putin contra Ucrania, que «ha destruido también la arquitectura de seguridad europea» y «amenaza nuestra libertad en Europa». En ese contexto, agradeció el compromiso de Felipe VI con la unidad europea, citando su advertencia de que «la situación internacional exige más Europa» y su defensa de que no se debe ceder ante «las voces peligrosas y equivocadas» del nacionalismo.

Steinmeier situó también la memoria como base del presente y destacó el viaje al País Vasco, donde visitará Guernica, un gesto que calificó esta misma tarde en el Congreso de los Diputados de profundamente personal. Recordó «ls alemanes cometieron graves crímenes en Guernica», cuando la Legión Condor la bombardeó en 1937. «El horror, el dolor y el duelo siguen vivos hasta hoy en muchas familias vascas», explicó. «Es muy importante para mí que no olvidemos lo que ocurrió entonces, y esta frase la dirijo conscientemente a mis compatriotas en Alemania: este crimen lo cometieron alemanes. Guernica es una advertencia a defender la paz, la libertad y los derechos humanos. A eso queremos hacer justicia. Ahora y en el futuro», advirtió Steinmeier. También expresó su alegría porque Felipe VI le acompañe a Guernica: «Me alegra profundamente que me acompañe. Que pueda visitar ese lugar a su lado demuestra el largo camino que hemos recorrido juntos desde entonces. Un camino que, a través de la memoria y la reconciliación, conduce hacia un futuro compartido».

Beethoven y música española de los 80

Al inicio de la cena se interpretó el himno nacional de la República Federal Alemania y al terminar el himno nacional. Durante la velada, los invitados degustaron un menú diseñado por Paco Roncero, que contó con salazones con licuado de apio, queso manchego y tomates confitados; lubina con beurre rouge y alcachofas; remolacha con frutos rojos y cremoso de regaliz.

La Unidad de Música de la Guardia Real amenizó la cena con una selección de piezas escogidas especialmente para la ocasión. Se escucharon obras emblemáticas como el segundo movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven, Tanhauser de R. Wagner o Sevilla de Isaac Albéniz, así como música española de los 80.