La tensión en el Gobierno ante la hipótesis de que José Luis Ábalos se revuelva se ha hecho realidad. La vistilla de este jueves en el Tribunal Supremo para valorar si se imponen medidas cautelares tanto al exministro como al que fuera su asesor, Koldo García, ambos actualmente investigados, está propiciando movimientos inesperados para el Ejecutivo porque suponen una amenaza a su estrategia para evitar que salpique al partido y a Gobierno.
Por eso, la tensión generada en los últimos días por los ataques de Koldo ha evolucionado a temor en Moncloa cuando Ábalos ha decidido pasar a la ofensiva, primero contra el presidente Sánchez y después contra la vicepresidenta Díaz. La reacción de Moncloa ha sido decretar silencio y valorar todas las opciones, pero según confiesan a este periódico la sensación es que Ábalos está muy disgustado con el trato recibido y puede estar «dispuesto a todo con tal de no entrar en prisión».
Entre las hipótesis que se manejan en el entorno del Gobierno hay tres, y son complementarias. La primera es que Ábalos quiere ser Víctor de Aldama, en libertad después de llegar a un acuerdo con la Fiscalía que el juez avaló dejándole en libertad. Según esta tesis, los ataques de Ábalos a Sánchez y a Díaz «son más un mensaje a la derecha mediática y a la propia justicia». Es decir, se trata de decirle al juez instructor del caso, Leopoldo Puente, que «soy más valioso fuera»: «si entro en prisión, se acabaron los tuits».
Otras fuentes socialistas aseguran que el problema de que Ábalos se revuelva está en que «no sólo estuvo en el Peugeot y en la moción de censura, es que estuvo en la formación de Gobierno y en el Consejo de Ministros durante tres años«. En ese tiempo, coincidió en el gabinete de Pedro Sánchez, además de con el presidente, con seis ministros aún en el cargo: Margarita Robles, María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska, Luis Planas, Yolanda Díaz y José Manuel Albares. También con el hoy presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
La segunda hipótesis tiene que ver con el PSOE, y en este caso se entiende como un mensaje «de despecho». «Es algo así como ‘os voy a fundir hasta con mentiras por no haberme ayudado'». En este sentido, alguien que trabajó muy mano a mano con él en sus tiempos de secretario de Organización explica: «Pedro le ha contado muchas cosas a Jose (Luis Ábalos), porque «siempre le dio mucho valor a su olfato político», antes y después de ser presidente.
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«¿Te acuerdas del tuit en el que Pedro le decía que le echaba de menos? Es que Jose puede ser lo que sea, pero en el análisis político es un tipo cabal. Viene del PCE, y la gente que viene del PCE tiene una estructura mental más armada, son más previsibles, y a Pedro le gustaba mucho hablar con él. Y primero se va Jose y luego se va Lastra, ¿con quién va a hablar de política, con Santos ? Por eso le echaba de menos», explican a este periódico.
En este sentido, explican que Sánchez ha dejado a Ábalos «solo y desamparado«, y «deben tener cuidado porque puede saber muchas cosas de Pedro»https://www.elconfidencial.com/espana/2025-11-27/moncloa-temor-abalos-aldama_4255504/.»Jose es el que lo tiene más difícil, tiene más de sesenta años y le piden más de veinte de prisión. En este sentido, recuerdan una frase que utilizaba Ábalos cuando como secretario de Organización tenía algún problema con alguna Federación socialista: «A mí este me tira por el acantilado, pero mientras caigo le cojo de la pechera y me lo llevo«.
La frase de Ábalos cuando tenía algún problema con alguna Federación socialista: «A mí me tira del acantilado, pero mientras caigo me lo llevo»
Por último, la tercera hipótesis tiene que ver con la estrategia de Santos Cerdán. En los entornos del Gobierno la hipótesis que se maneja es que «está en el ajo, no tengo ninguna duda»https://www.elconfidencial.com/espana/2025-11-27/moncloa-temor-abalos-aldama_4255504/.»Podría haber mandado un mensaje a cualquier periodista desmintiendo» la supuesta reunión de Sánchez con Otegi publicada por El Español y que han confirmado Koldo y Ábalos, «y no lo ha hecho». Esta no es una posibilidad compartida unánimemente, porque otro temor fundado es que el triunvirato acabe enfrentándose y perjudicando la estrategia de mantener un dique en torno al partido.
Mientras, este miércoles el juez Ismael Moreno exigió al PSOE que le entregue los comprobantes de todos los pagos realizados por el partido con dinero en efectivo entre los años 2017 y 2024. En una resolución dictada este miércoles y a la que tuvo acceso El Confidencial, el magistrado da a Ferraz un plazo de 10 días para aportar una «relación de pagos en metálico» y los documentos justificativos correspondientes.
El instructor del caso también acordó en otra resolución designar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil policía judicial encargada de las diligencias sobre la presunta financiación irregular del PSOE, así como solicitarle que elabore un informe con todos los mensajes y archivos del caso Koldo que tengan relación con la supuesta caja B de Ferraz y el movimiento de billetes.
La tensión en el Gobierno ante la hipótesis de que José Luis Ábalos se revuelva se ha hecho realidad. La vistilla de este jueves en el Tribunal Supremo para valorar si se imponen medidas cautelares tanto al exministro como al que fuera su asesor, Koldo García, ambos actualmente investigados, está propiciando movimientos inesperados para el Ejecutivo porque suponen una amenaza a su estrategia para evitar que salpique al partido y a Gobierno.