Las seis parejas de Hasta el fin del mundo completaron su cuarta etapa en TVE. Lo hicieron después de haber llegado a Tena (Ecuador) y apuntar la hazaña en la libreta de Paula Vázquez donde registra el ranking de llegadas:
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las primeras en escribir su nombre fueron Rocío Carrasco y Anabel Dueñas que repetían como líderes, pero en esta ocasión no pudieron escoger la ruta más favorecedora, sino que las echaron a suertes.
Tras ellas llegaron Alba Carrillo y Cristina Cifuentes, con muchos malentendidos por resolver. El tercer puesto lo lograron Yolanda Ramos y su sobrina Ainoa Olivares con un preocupante presupuesto. Y les siguieron Aldo Comas y José Lamuño.
En quinta posición arrancaron la entrega Jedet y Andrea Compton y los últimos en llegar fueron Nia y J Kabello. Con ese ranking empezaron su cuarta etapa que les llevó de Ecuador a Perú.
Cuarta etapa: de Ecuador a Perú con el triunfo de Alba y Cifuentes
La cuarta etapa del programa fue la más larga que recorrerían, durante más de 2.2000 kilómetros. Y a pesar de ello no hubo tantas broncas como en las anteriores. Es más, hubo sorpresas positivas para algunas de las parejas.
Las primeras en llegar a la cima más alta de Huacachina, un oasis en mitad del desierto, fueron Alba Carrillo y Cristina Cifuentes que, asombradas por su hazaña, se pusieron a rodar por la duna. Para llegar hasta ahí habían tenido que vender sombreros por las calles y viajar durante más de 20 horas en autobús, siguiendo una estrategia que les funcionó: “La de no parar aunque cueste”.
Los segundos fueron Aldo Comas y José Lamuño que continuaron con la montaña rusa de experiencias. Después de desesperarse por las decenas de horas por carretera, y de debatir sobre las expresiones machistas de Aldo, lograron dormir gratis en un hotel 5 estrellas, hablando con la responsable de marketing.
Las siguientes fueron Yolanda Ramos y su sobrina Ainoa Olivares que tras disfrutar de las noches estrelladas y de una buena comilona que les dio energía consiguieron un buen tercer puesto. Rocío Carrasco y Anabel Dueñas tuvieron que conformarse con el cuarto, lamentando no haber podido escoger la ruta, como habían hecho anteriormente, y llegaron totalmente agotadas.
Las decisiones equivocadas volvieron a pasar factura a Nia y J Kabello que llegaron al punto de encuentro ya de noche. Tras haber trabajado ayudando a pescadores, siempre con humor, pero con ganas de una ducha.
Jedet y Andrea Compton fueron las últimas, pero por una buena razón: la primera estuvo tan enferma que acabaron en el hospital. Allí le medicaron e hizo el último esfuerzo para llegar a la meta, donde poder descansar y recuperarse.
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Ellas saldrán con más de 10 horas de diferencia respecto a las líderes, en la próxima etapa.