stados Unidos viene con todo para hacerse con el control del basket europeo. El movimiento clave es el desembarco de la NBA en Europa para crear su propia liga pero el asalto tiene otros frentes, como la intención de diversos fondos estadounidense de crear desde cero o hacerse con el control de equipos punteros del Viejo Continente o la compra de agencias de representación de jugadores europeas por parte de grandes compañías de Estados Unidos.
Tras una primera fase en la que la NBA intentó negociar un acuerdo para convertirse en socio de la Euroliga, la liga americana hace tiempo que decidió tirar por la calle de en medio ante la nula receptividad del CEO Paulius Motiejunas y los clubs propietarios de la ECA (Euroleague Commercial Assets). La NBA está determinada a crear su propia liga (NBA Europe), en sus términos y con el control absoluto de la misma. Puede que las declaraciones de sus responsables sean respetuosas e incluso conciliadoras pero lo cierto es que los contactos son inexistentes y la Euroliga empieza a entrar en pánico. Motiejunas se ha prodigado por los medios en las últimas fechas y en todas las ocasiones ha dejado caer su disposición al diálogo, un guante que la NBA no ha recogido ni parece que vaya a hacerlo.
En principio, la NBA ha hablado de una liga con doce equipos fijos y cuatro plazas libres que se adjudicarán anualmente en función de los resultados en las ligas nacionales y la Basketball Champions League de la FIBA. Pero esa cifra no debe tomarse como algo cerrado: si la NBA ve una lista de candidatos idóneos superior a doce, el número de plazas fijas podría incrementarse.
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Fuentes consultadas por Mundo Deportivo contradicen las filtraciones que apuntan a un solo equipo en Grecia o Turquía. En la NBA son conscientes de la fortaleza de los derbis o clásicos y no quieren perder ese activo. Y también es muy posible que entren equipos de Israel. Los Wilf, una de las familias judías más importantes de Estados Unidos, acaban de comprar una parte importante del Maccabi Tel Aviv y ya son propietarios de los Minnesota Vikings de la NFL. El Hapoel Jerusalem es propiedad de la familia Adelson, dueña de los Dallas Mavericks mientras que el Hapoel Tel Aviv también tiene un gran potencial económico pues su dueño es el millonario israelí Ofer Yannay.
Más que equipos propiamente de baloncesto, la NBA aspira a entidades con una gran base de aficionados y eso obliga a desviar la mirada hacia los clubs de fútbol. Real Madrid y Barça son las joyas de la corona pero también están muy bien posicionados el Bayern Múnich, los clubs de Milan, los de Manchester, alguno de Londres, Fenerbahçe y Galatasaray en Turquía… “Algunas marcas como Real Madrid, Barça, Manchester City, PSG o AC Milan jugando a baloncesto. Eso es muy atractivo. No solo contenido deportivo premium relevante en Europa, sino relevante globalmente. Es relevante en Asia y es relevante en Estados Unidos. Estamos hablando de unas marcas con tremendo seguimiento a nivel mundial”, dijo hace unos días Mark Tatum ,segundo del comisionado Adam Silver y responsable del crecimiento mundial de la NBA. La alianza de estos clubs históricos con fondos de inversión estadounidenses que les den la fortaleza económica necesaria para afrontar el proyecto NBA Europe es una vía que está siendo muy explorada estos meses.
La última pata del proceso es el interés que han despertado al otro lado del charco las agencias de representación de jugadores europeas. You First, en cuya cartera están jugadores como Edy Tavares o Willy Hernangómez, ya fue comprada hace unos meses en un 70% por la americana Gersh y el banco de inversión Goldman Sachs acaba de adquirir Excel Sports por unos 1.000 millones de dólares.
Estados Unidos está en proceso de controlar la gran liga europea (NBA Europe), varios de sus equipos -a través de la propiedad de fondos de inversión- y algunas de sus más potentes agencias de representación. Consecuencia directa de todo ello, y quizá lo más importante, Estados Unidos pasará a tener acceso de primera mano sobre la principal riqueza europea en baloncesto: sus jugadore