La Iglesia Católica conmemora hoy, 30 de noviembre, la festividad de San Andrés Apóstol, uno de los Doce llamados directamente por Jesucristo y considerado una de las figuras más relevantes del cristianismo primitivo. Nacido en Betsaida, San Andrés fue en un primer momento discípulo de Juan el Bautista, hasta que decidió seguir a Jesús y convertirse en “pescador de hombres”.

Hermano de San Pedro y dedicado al oficio de pescador, San Andrés es especialmente recordado por su martirio. Las fuentes tradicionales relatan que fue crucificado en una cruz con forma de “X”, denominada en latín crux decussata, que con el tiempo sería conocida como la Cruz de San Andrés, uno de los símbolos más representativos del Apóstol.

La Catedral de Sevilla conserva diversas representaciones del Apóstol, entre ellas la que se encuentra en una de las hornacinas que adornan el arco del sepulcro del arzobispo don Diego Hurtado de Mendoza, instalado desde 1510 en la Capilla de la Virgen de la Antigua. Esta presencia iconográfica subraya la importancia devocional e histórica del Apóstol.