Una reciente investigación liderada por la hematóloga Janejira Kittivorapart, de la Universidad Mahidol de Tailandia, realizada en 544.000 muestras de sangre, ha revelado que únicamente tres personas tenía un fenotipo B(A), una ‘rareza’ genética que ocurre en el 0,00055% de las personas.

¿Qué significa? Pues este hallazgo revela una peculiaridad en el sistema ABO, donde individuos con grupo B presentan trazas del antígeno A debido a mutaciones en el gen ABO. Aunque clínicamente son considerados grupo B, esta característica puede generar discrepancias en pruebas rutinarias, complicando transfusiones y diagnósticos. Aquí está la clave.

La frecuencia estimada de este fenotipo es mínima, lo que lo convierte en una rareza genética. Los investigadores identificaron cuatro mutaciones responsables de esta expresión híbrida, abriendo nuevas preguntas sobre la evolución y la diversidad genética humana.

El hallazgo tiene implicaciones prácticas: la seguridad transfusional depende de una correcta tipificación sanguínea, y casos como éste obligan a reforzar protocolos y tecnologías para evitar errores. Además, abre una nueva vía de trabajo e investigación. “Se requieren estudios futuros para dilucidar las consecuencias estructurales y funcionales de la (enzima) AB transferasa mutada». Aunque esta investigación afecta sólo a una pequeña fracción de la población, los resultados sugieren que podría haber otras peculiaridades sanguíneas ocultas aún por descubrir.

Cómo se clasifica la sangreNoticias relacionadasCientíficos chinos dan un nuevo paso y crean un riñón “universal” compatible con cualquier tipo de sangreUna investigación sugiere que las personas con este tipo de sangre tienen más posibilidades de llegar a los 100 años

La sangre humana se clasifica en ocho grupos principales según los azúcares y las proteínas (o la falta de ellos) presentes en los glóbulos rojos. Los tipos A, B y AB se basan en la forma de los antígenos, moléculas de azúcar que pueden desencadenar una respuesta inmunitaria. La sangre de tipo O no tiene antígenos A ni B. Por otro lado, los factores Rh son proteínas que determinan la compatibilidad sanguínea y son los que le dan a la sangre su designación “+” o “-”. Cada tipo de sangre es un marcador molecular que el cuerpo aprende a reconocer como propio, así el sistema inmunitario utiliza ese reconocimiento para determinar qué tipos de sangre son compatibles con el tuyo y cuáles parecen extraños.

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