A menudo los hombres se callan muchas cosas: problemas en el trabajo, con los amigos, económicos o simplemente un mal día. Por eso noviembre es un mes para recordarlos, para hacerles conscientes de que su salud mental y física es importante.
Fue hace ya 22 años cuando, en Australia, unos amigos quisieron solidarizarse con otro que sufría cáncer de próstata dejándose bigote. Fue así como surgió: Movember. Ahora casi un cuarto de siglo después, la sociedad es consciente de la relevancia que este mes de noviembre, que ayer finalizó, tiene.
Desde el año 2000, en Huesca se han detectado un total de 1.297 casos de cánceres de próstata o de genitales masculinos. En este ámbito, la mayor cifra se dio en el 2006, llegando hasta los 62 pacientes con cáncer.
Además, a nivel autonómico se han llegado a detectar hasta un total de 969 nuevos casos de cáncer de próstata en el año 2023 y aunque hay un 90,8 % de tasa de supervivencia, sí que 33 de cada 100.000 personas terminan falleciendo -situándose Aragón a la cabeza de fallecidos en el territorio nacional-, elevando la cifra hasta los 244 casos por año, según datos delSIEC (Sistema de Información de Epidemiología del Cáncer en España).
En cuanto a las tasas que presenta el cáncer de testículo, Aragón sigue estando entre las más destacadas en el área de mortalidad, ubicándose la segunda, por detrás de Extremadura y empatada junto a Cantabria y la Región de Murcia, no tanto en lo relativo a la incidencia.
Existen diversos factores de riesgo que puede llegar a aumentar la probabilidad de padecer estos tipos de cánceres: una mala dieta, problemas con el alcohol o el tabaco suelen ser los más comunes.
Además de ellos, existen los factores genéticos. En caso de haber tenido algún familiar que haya padecido el mismo tipo de enfermedad, las probabilidades aumentan significativamente.
El presidente de Asociación Española Contra el Cáncer Huesca, José Manuel Ramón y Cajal, destaca que “se podría prever el 40 % de todos los cánceres si se incidiera en realizarlos a toda la población, incluidos los más jóvenes”.
Además, en este tipo de cáncer, “no hay diagnóstico precoz, hay diagnóstico temprano porque ya está latente la enfermedad” y algunas señales que da el cuerpo son “un chorro bajo de nivel o levantarse muchas veces a mear por la noche”.
La salud mental, un tema a tratar
El movimiento que comenzó como una solidaridad por una efermedad física, se ha extendido también a la mental. La ciudad de Huesca experimentó un total de siete suicidios masculinos en el año 2024, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. En un cuarto de siglo, los datos son peores. 420 se quitaron la vida o se autoinflingieron lesiones. Siendo el año 2015 y el 2001 cuando mayor tasa de casos se llegaron a dar, con 24 cada uno de estos años.
Por su parte, Eva Grasa, vicepresidente y coordinadora de la Asociación Oscense Pro Salud Mental (Asapme), también destaca la importancia del hombre aunque “tradicionalmente se le ha exigido fuerza o falta de comunicación, esto termina por no ser saludable”.
Desde la asociación presentan diferentes actividades lúdicas, recreativas, paseos o incluso terapia ocupacional y cognitiva, todo ello, enfocado a los que necesiten hablar, ser escuchados o atendidos con cualquier tipo de problema, ya que como Grasa comenta “si no se pide ayuda no se puede”.
El 85 % del intento de suicidio en jóvenes fue con fármacos y hasta un 80 % de ellos lo realizaron en sus propios domicilios. “El fármaco más utilizado es el paracetamol, la ingesta de siete gramos indica la pérdida de la vida”, afirmaba Grasa.
Por este lado, y en relación a la campaña de prevención del suicidio por sobreingesta de fármacos, recomiendan guardarlos en lugar recogidos junto a las tarjetas sanitarias. Asimismo, consideran comprar una caja de seguridad, desecharlos en los puntos SIGRE -ubicados en todas las farmacias- aquellos que se encuentren caducados, incluso, valorar la posibilidad de usar pastilleros electrónicos en caso de que no se pueda supervisar la medicación del menor de manera presencial.
“Es muy válido que hablen y expresen sus sentimientos y opiniones y siempre se invita a que se salga de la normalidad”, destacaba la vicepresidenta. Avisar es clave, ya sea un familiar, un amigo, una pareja o incluso él mismo, una simple muestra puede servir para salvar una vida.
Desde Asapme trabajan con personas que tienen trastornos mentales graves pero “siempre tenemos la puerta abierta para ayudar a quien haga falta” -añadía Grada- “las familias suelen ser las que más perdidas van porque a veces no saben cómo tratarlo y son los que conviven con ellos”.
El tabaco es una de las causas que pueden provocar cáncer de próstata.Laura Ayerbe