Domingo, 30 de noviembre 2025, 12:56
| Actualizado 14:01h.
El centro de Murcia se llenó este domingo del sonido de los pitos y de la imagen de los brazos alzados de varios centenares de trabajadores por cuenta propia que se concentraron a las once de la mañana en la plaza Circular para iniciar una manifestación convocada por la Plataforma por la Dignidad de los Autónomos bajo el lema ‘Autónomos asfixiados. Basta ya’. La marcha recorrió Alfonso X, Trapería, la Plaza de Belluga, Teniente Flomesta y finalizó en La Glorieta, frente al Ayuntamiento, donde se leyó el manifiesto nacional del colectivo.
Durante el recorrido, los participantes portaron carteles con consignas como ‘Sin autónomos no hay futuro’ o ‘Si el autónomo desaparece, España se desvanece’, mientras hacían sonar los silbatos de forma constante. Muchos llevaban guantes de color rojo y mantenían los brazos en alto como gesto de reivindicación.
La plataforma convocante, nacida en redes sociales y sin vinculación con asociaciones ni partidos, reclama una revisión «justa» de las cuotas, pago conforme a ingresos reales, rebaja de la presión fiscal, protección social equiparable a la de los asalariados, aprobación inmediata de la exención del IVA para facturaciones inferiores a 75.000 euros, apoyo al pequeño comercio y la eliminación de trabas burocráticas.
Uno de los portavoces del colectivo, Antonio Rentero, encabezó la marcha y explicó que la movilización responde a una situación «insostenible». «No pedimos privilegios, pedimos justicia, tener derechos similares a los asalariados. Muchos negocios están cerrando no porque no funcionen, sino porque estamos asfixiados por la presión de cuotas e impuestos», señaló. Añadió que existe una directiva europea «que permitiría mañana mismo aplicar la exención del IVA para quienes facturan menos de 75.000 euros, pero no se hace por falta de voluntad».
Entre los asistentes se encontraba Graciela Torga, propietaria de una peluquería con dos empleadas en Gijón. La convocatoria le había pillado en Murcia y no dudó en acudir a la protesta para pedir lo que para ella es justo. «Cuando te pones enferma lo que te pagan no da para nada y tienes que cubrir a otra persona. ¿Cómo pagas la casa o el alquiler? Llegamos a final de mes con la lengua fuera», relató. Junto a ella, su madre, María Elena, autónoma jubilada, recordó las consecuencias económicas de una baja médica. «Me operaron del riñón y tuve que pagar la cuota. Luego tuve que abonar el doble por haber estado de baja. Toda una vida trabajando para terminar con una pensión ajustada».
Por su parte, Teófila Ruiz, autónoma dedicada a la limpieza, cifró en casi 400 euros la cuota mensual que debe abonar. «Trabajo muchísimo y de lo que gano el Gobierno se queda más que yo. Con lo que me sobra, unos 200 euros, ¿qué hago? Lo justo sería pagar conforme a los ingresos para poder vivir. No puedo contratar a nadie, no tenemos vacaciones, no tenemos baja ni derecho a paro. Si no trabajo, no cobro».
Entre la columna de manifestantes José Francisco Hernández, empresario e inventor de Ceutí, fundador de Herga Energy Senal, explicó que nunca ha tenido vacaciones en su vida, «trabajo todos los días», algo que se resumía en el cartel que portaba con el mensaje ‘Soy autónomo, no soy Superman’. Con una prótesis reciente tras una intervención, denunció la falta de cobertura para las empresas y lamentó la falta de apoyos desde el Gobierno nacional y regional. «No tengo ni baja ni ayudas pese a llevar toda la vida investigando e invirtiendo. Solo valemos para pagar. Los empresarios estamos fuera de todo, nadie se interesa por nosotros».
Desde el sector hostelero, Montse Cervera puso sobre la mesa la necesidad de equiparación en derechos básicos. «Se muere tu madre y prácticamente la entierras y te vas a trabajar. No tenemos paro ni días libres reales. Si no facturamos, no podemos pagar. Queremos pagar lo que nos corresponda según lo que ganamos, pero tener derechos también», explicó y añadió que «no queremos vivir bien, solo vivir».
Por su parte, la esteticista Encarna Guerrero resumió el sentir de muchas pequeñas empresas «Con tantos impuestos la pequeña empresa no es rentable. Al final solo pedimos vivir, pagar según los ingresos y que nos traten mejor».
La protesta culminó en La Glorieta con la lectura del manifiesto, en el que el colectivo apeló a la dignidad del trabajo autónomo y a la necesidad de frenar la precariedad, la presión fiscal y la burocracia que, según denuncian, aceleran el cierre de pequeños comercios en barrios y pueblos.
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