En la quinta temporada de Stranger Things, los fans no solo se reencontrarán con Hawkins, sino también con versiones más jóvenes de sus personajes favoritos. Noah Schnapp y Millie Bobby Brown han sido objeto de un innovador proceso de rejuvenecimiento digital, combinando CGI con dobles de cuerpo más jóvenes para retratar a Will y Once en las escenas de flashback.
La técnica, más que un simple efecto visual, ha sido un proceso colaborativo. Schnapp trabajó directamente con Luke Kokotek, quien interpreta a Will de 11 años, mientras que Brown acompañó a Martie Blair en su papel de la joven Eleven. «Trabajé con la niña pequeña, diciéndole: ‘Está bien, simplemente está bien'», explicó Brown, destacando la cercanía necesaria para que la actuación fuera lo más auténtica posible.
Esto se debe a que, además de que la nueva temporada llega más de tres años que la anterior, ninguna de ellas se ha ajustado a la cronología real de sus rodajes, como sí ocurrió con otras franquicias protagonizadas por niños como Harry Potter. La historia original, ambientada en los años 80, se desarrolla a un ritmo diferente al que marca el mundo real, en el que los actores, inevitablemente, han crecido.
Los eventos de la primera temporada arrancaron en noviembre de 1983, con la desaparición de Will y la fuga de Eleven del laboratorio, y culminarán en noviembre de 1987, año y medio después de los sucesos de la cuarta temporada. Entre medias, Hawkins ha visto veranos interminables, otoños con nuevos aliados y primaveras marcadas por tensiones sobrenaturales.
Cada salto temporal se acompaña de flashbacks estratégicos que exploran el pasado de personajes clave. Desde la infancia de Once en el laboratorio hasta la historia de Henry Creel/Vecna en 1959, estos recuerdos profundizan en los sucesos que han moldeado el mundo del Revés y justifican las acciones presentes de los protagonistas.
Entre la primera y la segunda temporada de Stranger Things transcurre casi un año: los hechos saltan a octubre de 1984, cuando el grupo de Kali Prasad (Ocho) mata a un antiguo compañero del Doctor Brenner, los chicos conocen a Max y Will empieza a experimentar inquietantes visiones del Mundo del Revés. Después, la narración avanza al verano de 1985 para situar la tercera temporada en plenas vacaciones, y da otro salto breve de apenas cinco meses para llegar a marzo de 1986, momento en el que se desarrolla la cuarta entrega, marcada por la separación de los personajes y una acción concentrada en una semana.
La historia prosigue en noviembre de 1987, cuando arranca la quinta temporada. Lo hace coincidiendo con el aniversario de la desaparición de Will, un punto temporal que sitúa la trama año y medio después de los sucesos vistos en la temporada 4.
Gracias a la combinación de efectos visuales avanzados y una planificación meticulosa, la temporada final no solo cierra la historia principal, sino que también refuerza la conexión emocional entre el pasado y el presente. Los espectadores experimentarán cómo cada detalle histórico de Hawkins influye en la aventura contemporánea.