El presidente estadounidense, Donald Trump, convocará este lunes al Consejo de Seguridad Nacional para hablar sobre Venezuela, en medio de la cada vez más elevada tensión entre Washington y Caracas. Así lo ha confirmado la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una de sus habituales ruedas de prensa.

«Confirmo que el presidente se reunirá con su equipo de Seguridad Nacional para tratar este tema (de Venezuela) y muchos otros», ha señalado la portavoz al ser preguntada por el encuentro, reportado inicialmente por la cadena CNN citando fuentes anónimas. Pero no ha querido ahondar en detalles sobre los temas a abordar y en su lugar ha insinuado que esta es una reunión rutinaria.

Un hecho que se da apenas unas horas después de que el propio mandatario republicano confirmara que había hablado por teléfono con Nicolás Maduro. «Sí… No diría que salió bien, ni mal. Fue una simple llamada telefónica», declaró a los periodistas que lo acompañaban en un vuelo de regreso a Washington desde Florida la noche del domingo. Y descartó poder dar más información.

Esa llamada, sobre la que el gobernante venezolano no se ha pronunciado, es el primer contacto entre ambos, en el contexto del fuerte despliegue militar del país norteamericano en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, en una operación oficialmente contra el narcotráfico que el líder chavista cree que en realidad está diseñada para expulsarlo del poder.

El sábado, Trump, que no reconoce a Maduro como presidente legítimo del país caribeño, declaró que el espacio aéreo venezolano debía considerarse «cerrado», lo que el líder chavista calificó como una «amenaza», mientras que Colombia denunció esa decisión como una violación del derecho internacional.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla durante una conferencia de prensa este lunes en la Casa Blanca AP Photo/Evan Vucci

La Casa Blanca defiende la decisión de atacar a dos sobrevivientes

Desde septiembre, Washington ha bombardeado supuestos barcos cargados de drogas procedentes de Venezuela y otros países latinoamericanos, ataques aéreos que han dejado hasta ahora más de 80 muertos. Y el pasado jueves, Trump señaló que las Fuerzas Armadas «empezarán muy pronto a detener a los narcotraficantes de Venezuela» por tierra tras las operaciones en el mar.

Precisamente, un comité del Senado de EE.UU. investigará uno de estos ataques frente a la costa de Trinidad contra supuestas narcolanchas, después de que el diario The Washington Post haya publicado que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó verbalmente «matar a todos» los ocupantes de las embarcaciones. Varios legisladores demócratas han advertido de que esto podría constituir un «crimen de guerra». Según el diario, que cita varias fuentes con conocimiento directo de la operación, después de que el primer misil impactara en una lancha con 11 personas a bordo, los mandos vieron que dos tripulantes habían sobrevivido y se aferraban a los restos de la embarcación. El comandante ordenó entonces un segundo ataque para cumplir con las instrucciones de Hegseth, informa Efe, siempre según The Washington Post.

Hegseth lo ha negado y ha calificado la información de “noticias falsas”. Y el domingo, en su conversación con la prensa a bordo del avión presidencial, Trump defendió a su secretario de Defensa. “Dijo que no ordenó eso y le creo”, dijo Trump.

Este lunes, la portavoz de la Casa Blanca ha considerado «verdadera» la afirmación de que Hegseth no dio directamente la orden, y ha leído un comunicado en el que la Administración defiende que el controvertido ataque «tuvo lugar en aguas internacionales y estuvo en conformidad con el derecho en conflictos armados».

«El presidente Trump y el secretario Hegseth han dejado claro que los grupos narcoterroristas designados por el presidente están sujetos a ataques letales de conformidad con las leyes de la guerra. Con respecto a los ataques en cuestión, el 2 de septiembre, el secretario Hegseth autorizó al almirante (Frank) Bradley a llevar a cabo estos ataques cinéticos», ha dicho Leavitt.

«El almirante Bradley actuó con eficacia, dentro del marco de su autoridad y de la ley que regulaba la operación, para garantizar la destrucción del barco y la eliminación de la amenaza para los Estados Unidos», ha agregado.

Frank Bradley es un almirante de la Armada estadounidense que en las fechas del ataque era comandante del Comando de Operaciones Especiales Conjunto.

«El presidente ha dejado muy claro que si los narcoterroristas están traficando drogas ilegales hacia Estados Unidos, tiene la autoridad para eliminarlos, y eso es lo que está haciendo esta administración», ha remarcado.

Un senador asegura que «Maduro tiene la oportunidad de irse»

Por su parte, el senador estadounidense Markwayne Mullin ha asegurado que Trump le ha dado a Maduro «la oportunidad de irse». Mullin, republicano por Oklahoma y que integra el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, dijo en la CNN que Trump le presentó a Maduro la opción de irse «a Rusia o a otro país«.

Los ataques de EE.UU. contra supuestas narcolanchas en el Caribe no tienen ningún paraguas legal. Además, atacar a civiles o a combatientes heridos está prohibido por las Convenciones de Ginebra, que requieren que los heridos sean atendidos.