Cuando el Madrid te llama, todo se para”, suele contar Raphaël Varane, (Lille, 1993). Y eso fue justo lo que le pasó al mítico central cuando, con 18 añitos recién cumplidos, sonó el teléfono de su casa. Era Zidane, quería reclutarle para el club blanco. Y eso cambió la vida de nuestro protagonista, que tenía ofertas de todos los grandes clubes de Europa (incluso había recibido la visita de Ferguson en su casa unos días antes) y que luego se convirtió en leyenda del Real Madrid, con el que ganó cuatro Champions entre otros muchos títulos, y de la selección francesa, con la que levantó el Mundial de 2018 y jugó la final del de 2022.
Varane es un producto de la cantera del Lens, ahora equipo de moda en la liga francesa, de la que es líder por encima del PSG. Es, probablemente, el jugador más afamado salido de allí. Una carrera de ensueño que no ha estado exenta de sacrifico y esfuerzo, ya que una inoportuna lesión de rodilla en 2013, cuando estaba empezando su carrera, fue un importante escollo que solo consiguió salvar con astucia y dedicación. “Tuve que cambiar mi forma de jugar, de correr, de cuidarme”, contó recientemente en una entrevista con este periódico. “Tuve que trabajar el doble toda mi carrera. Mi cuerpo debía tener el equilibrio perfecto para poder competir al máximo nivel. Si no lo tenía, sufría mucho. Y tuve que crear un staff personalizado alrededor de mí, que colaboraba con el club, para encontrar ese equilibrio. Sin esto, habría dejado mi carrera en 2014 o 2015”. En la primera cirugía le extirparon el 72% del menisco externo.
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Este hecho da más valor aún a la carrera estelar de Raphaël Varane, que marcó una época jugando al lado de Sergio Ramos y que ahora está enfocando su vida, recién retirado del fútbol, en compartir con los más jóvenes sus conocimientos y vivencias y a las causas benéficas con las tres fundaciones en las que está involucrado. Todo, sin dejar de lado los proyectos empresariales que siempre le han seducido, ayudando a jóvenes emprendedores en iniciativas que él considera que puedan ser útiles para la sociedad. Es Varane, merecidísimo Premio AS por su trayectoria, que agradeció en el escenario: “Es un honor recibir este premio. Llegue con 18 años como un niño y salí como un hombre. Y lo disfrute al máximo”. Sobre el futuro, no dio demasiadas pistas: “De entrenador… todavía no». Y pidió paciencia para los de Xabi Alonso: “Al Madrid ya sabes que nunca hay que darle por muerto. Quedan meses, los títulos son a finales de temporada. A trabajar fuerte y a por los títulos”.
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