El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha concedido este martes una serie de entrevistas en clave catalana, con la clara intención de trasladar un mensaje nítido a Junts para «reiniciar» el diálogo, pero que han supuesto también su primera reacción tras la condena … al fiscal general del Estado y la entrada en prisión del exministro socialista José Luis Ábalos. Desde Moncloa se busca proyectar una imagen de viabilidad ejecutiva, manteniendo el horizonte de 2027, pese a que la agenda judicial y la inestabilidad en el Congreso complican la legislatura.
En el caso de Álvaro García Ortiz, el jefe del Ejecutivo se ha mostrado seguro de que «otras instancias» superiores, en alusión a la vía de recursos ante el Tribunal Constitucional, «trasladarán otro fallo diferente» al del Tribunal Supremo, que le ha condenado por un delito de revelación de datos reservados. Esto es, el Gobierno apunta ya hacia la absolución cuando todavía no se conoce siquiera la sentencia por la que ha sido declarado culpable de hacer públicos los datos fiscales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador.
Sobre el fallo contra el fiscal general
«Es un escándalo esta obscena celebración de aquellos que se consideran impunes. Sí, me refiero a Ayuso y su pareja»
Pedro Sánchez
Presidente del Gobierno
Sánchez, que ya aseguró que creía que el fiscal general del Estado era «inocente, más aún tras lo visto en el juicio», se mantiene en esta tesis y asegura que «no se ha visto ninguna prueba concluyente» en el proceso. Además, el presidente ha considerado «un escándalo» «esta obscena celebración de aquellos que se consideran impunes». «Sí, me estoy refiriendo a Ayuso y su pareja», ha confirmado.
Sobre José Luis Ábalos, el presidente del Gobierno ha advertido de que ni él ni el Ejecutivo aceptan «ni amenazas ni chantajes, ni de personas ni de otras organizaciones», en referencia al Partido Popular y esas declaraciones de Alberto Núñez Feijóo, en las que aseguraba que acabaría en la cárcel. Aunque Sánchez se hace cargo de que «todas las personas tienen derecho a defenderse», ha dejado claro que a lo que no tienen derecho, en alusión al exministro socialista, es «a esparcir este tipo de bulos y mentiras para hacer daño a otras personas».
Ábalos, «un desconocido»
Sin embargo, pese a que el presidente califica las andanadas de Ábalos como falsedades, ha asegurado que no está entre sus planes defenderse en los tribunales. «No vamos a entrar en una espiral de querellas», ha señalado. El presidente ha reconocido que tuvo una «confianza política» en el exdirigente socialista en prisión, pero ha señalado que «desde un punto de vista personal era un gran desconocido para mí». «Conocí unas facetas de su vida que eran muy desconocidas para mí», ha aseverado para negar cualquier connivencia.
«En cuanto ha habido un mínimo atisbo de corrupción, he actuado con absoluta contundencia», ha señalado, calificando la decisión de expulsar del partido a quien fuera su mano derecha como una «decisión difícil y dura», pero con la convicción de «extirpar la corrupción». «Ahora es una cuestión de que actúe la justicia», ha zanjado.