El concurso de ideas Sueña Madrid 2025 ya tiene resolución final y también ganadoras. El Ayuntamiento presentaba este martes los resultados de una competición municipal destinada a recopilar ideas sobre ocho espacios urbanos con posibilidad de mejora y que nació el pasado verano con críticas de colegios profesionales y urbanistas por considerar que los premios contemplados eran “pecarios”.
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El área de Urbanismo defendió que el concurso buscaba ideas jóvenes, de estudiantes o recién titulados, y eso es lo que ha acabado premiando. El primer puesto se lo han llevado para Nina Elizabeth Mendez-Bisgaard y Maximiliam Stjernstrom, estudiantes del Grado en Fundamentos de la Arquitectura en la Universidad Europea de Madrid. Su proyecto, Amaniel Vivo, busca transformar el actual acueducto que discurre por el barrio de Bellas Vistas.
Dotado con 3.000 euros de premio, el considerado por el jurado del certamen como mejor proyecto propone reactivar el parque y el acueducto histórico con la creación de “un corredor ecológico y social que recupere su valor urbano”. Para ello plantean eliminar viales en desuso y reestructurar el espacio con vegetación autóctona, áreas de descanso y recorridos peatonales.
Bajo los arcos plantean situar espacios culturales y comerciales ligeros como bibliotecas, pequeñas galerías o cafeterías, “capaces de atraer y dar servicio a los vecinos de Bellas Vistas”. Sobre este paisaje, una serie de plataformas de madera laminada se elevan en paralelo al acueducto para dar sombra, espacios de actividades y miradores hacia la ciudad. “Amaniel Vivo transforma un antiguo canal de agua en una infraestructura viva que une historia, naturaleza y comunidad”, concluyen.
Sofía Muñoz Montero y Natalia Díaz Amate, estudiantes de Arquitectura en la Universidad de Granada, han sido reconocidas con el segundo premio, de 2.000 euros, por Raíces de Agua, diseñado para el entorno de plaza de Castilla. En su caso, plantean un recorrido peatonal elevado sobre parte de la rotonda de la plaza, enlazando sobre la carretera la zona del intercambiador con la de la calle Agustín de Floxá, la avenida de Asturias y el parque del Canal de Isabel II.
“El agua, recogida y almacenada bajo el parque, se convierte en el motor del proyecto: genera topografía, define recorridos y nutre la vegetación. Sobre esta base, un parque continuo pensado para el peatón mejora las conexiones físicas entre los distintos puntos clave del entorno, poniendo en valor los recorridos que enlazan la historia del lugar con elementos como el Cuarto Depósito. A su vez, este articula espacios de estancia y movimeinto, donde surgen plazas en distintos niveles [elevadas, intermedias o deprimidas] que invitan a evadirse del ruido y reconectar con la naturaleza, la memoria urbana y el skyline de Madrid”, dicen en su exposición.
Elena María Arenas Moure, con estudios finalizados en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), ha recibido el tercer premio, de 1.000 euros, por El Huerto de Antonio, sobre un solar de la calle Antonio López. Su apuesta es por la de dar continuidad a las construcciones paralelas a Madrid Río con estructuras para crear un refugio climático en un espacio municipal ahora yermo, a la altura del número 27.
Así describen su propuesta: “En momentos de escasez del siglo pasado las orillas del Manzanares acogieron diversos usos agrícolas como medio de subsistencia. La creciente acción urbanizadora fue haciendo desaparecer estos huertos de emergencia que sin embargo, a día de hoy en pleno siglo XXI, vuelven a poder recuperar una importante función social en la ciudad. El Huerto de Antonio pretende recuperar el protagonismo del huerto en la ciudad, fomentando la comunidad, la integración social y la educación ambiental, promoviendo la biodiversidad y mejorando la calidad del aire del barrio. Un huerto cero en emisiones y consumo de agua y energía al autoabastecerse con la energía eléctrica generada por el sol y el ejercicio de las personas y el agua recuperada de la lluvia”.
Este martes, después de la ceremonia de entrega de premios en el centro cultural San Francisco La Prensa, se inauguró una exposición con los 56 paneles de los proyectos valorados, que estará abierta al público hasta el 17 de diciembre. Después, se convertirá en una muestra itinerante por los siete distritos objeto del concurso: Carabanchel, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Hortaleza, Latina, San Blas-Canillejas y Tetuán. Según el consistorio, la exhibición ofrece una magnífica oportunidad para que los ciudadanos descubran de cerca las visiones y proyectos que estos jóvenes han diseñado para la transformación de Madrid. “Es una celebración del talento joven y la creatividad de los futuros urbanistas, cuyos sueños aportan ideas reales y valiosas para construir el Madrid del futuro”, afirma en nota de prensa.
El jurado de los premios, presidido por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, ha estado compuesto por un miembro del Consejo Asesor Urbanístico, Carlos Rubio Carvajal; la directora general de la Oficina de la Estrategia Urbana 360, Myriam Peon, y tres técnicos de la Oficina General del Plan General. Se ha valorado la calidad de los trabajos presentados, su carácter innovador y creatividad, la relación de la propuesta con los retos de ciudad y su adecuación y coherencia a los emplazamientos propuestos.
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Los participantes plasmaron sus visiones de futuro en ocho emplazamientos clave de Madrid como Oporto, Antonio López, Aluche, Herrera Oria, Canillejas, La Esperanza, plaza de Castilla y Bellas Vistas.
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