El último mes de competición ha dejado algo más que un pleno de victorias en el Deportivo. Entre procesos víricos, rotaciones obligadas y alineaciones condicionadas, el equipo de Antonio Hidalgo ha sacado a la luz un fondo de armario que empieza a marcar diferencias. Desde la autoridad de Charlie Patiño en el Belmonte hasta la aparición estelar de un Stoichkov que vuelve a ser diferencial en la categoría.
El gaditano, que solo había estrenado su casillero particular en Copa del Rey ante el Sámano, ha recuperado las sensaciones a golpe de gol. Y es que, si los delanteros viven de eso, Stoichkov ha vuelto a ver la luz del sol. Dos jornadas consecutivas viendo portería —ante Ceuta y Albacete— lo han devuelto al primer plano y han permitido al Dépor recuperar a un ariete capaz de resolver partidos. El ’22’ ya demuestra su olfato en el área y a Zakaria le crece la competencia interna, que siempre viene bien tener en plantilla.
Pero falta un tercer nombre para completar la ecuación. El “tercero en discordia” al que el Deportivo sigue esperando es Samuele Mulattieri. El italiano busca copiar el impulso de su compañero de parcela y romper un bloqueo que empieza a hacer ruido. No marca desde el 1 de septiembre, día de su debut en Butarque, escenario de su única diana como futbolista blanquiazul. Ante el Ceuta regresó a la titularidad tras superar unas molestias y tuvo ocasiones lo suficientemente claras, pero Guillermo Vallejo frenó cualquier intento. Al dejar el césped, su gesto lo decía todo: la racha pesa.
Son 568 minutos sin marcar, la segunda sequía más larga de su carrera profesional. El jueves, ante el Sabadell, llega su reválida. Una oportunidad para romper la mala dinámica, sacudirse los fantasmas de la cabeza y volver a celebrar un gol con la camiseta del Deportivo. Con Zakaria y Stoichkov ya instalados en el tren de los goles, Mulattieri no quiere quedarse rezagado. El italiano no necesita un partido perfecto, solo un instante que le cambie el rumbo, nos recuerde cómo es su sonrisa y le permita sumar dígitos a una delantera que brilla en el acierto y mantiene a los coruñeses en lo más alto de Segunda División.