El Museo de Bellas Artes de Sevilla abre este martes al público una de sus propuestas más ambiciosas de los últimos años: Los Bécquer, un linaje de artistas, una exposición que reúne por primera vez más de 150 obras -entre óleos, acuarelas, dibujos, litografías, álbumes y libros- para reconstruir el legado visual de una de las familias más significativas del romanticismo español. La muestra podrá visitarse hasta el 15 de marzo de 2026.

La exposición se articulará en tres secciones: la primera, dedicada a los años de mayor difusión de la obra del precursor José Bécquer; la segunda, abarca la obra de su primo y discípulo Joaquín D. Bécquer, quien fijó y perfeccionó una pintura de costumbres y la última sección estará dedicada a los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer y la década de 1860 en Sevilla y Madrid. A través de sus pinturas y dibujos estos artistas realizan el retrato de toda una época, constituida por las décadas centrales del siglo XIX -el reinado de Isabel II-, que en el plano artístico muestra el apogeo del romanticismo, mientras que el plano político y social muestra un contexto complejo: el difícil equilibrio entre la tradición y los renovados cambios sociales que sacuden el siglo XIX.

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, inauguró la exposición, definiéndola como «una oportunidad única para conocer en profundidad el legado pictórico de esta familia, cuya maestría contribuyó de forma notable a fijar el imaginario romántico del siglo XIX». Junto a ella estuvieron la viceconsejera Macarena O’Neill, la directora del museo, Valme Muñoz, y el comisario, el historiador del arte Manuel Piñanes García-Olías.

1. ‘Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer’ de Valeriano Bécquer

Colección Museo de Bellas Artes de Sevilla

Una de las obras capitales del romanticismo español. Este retrato realizado por Valeriano Bécquer en torno a 1862, fecha en la que se traslada a Madrid por cuestiones personales desfavorables, supone una clara evolución en su estilo hacia fórmulas de mayor soltura. Aquí capta al poeta, su hermano, con una intensidad psicológica excepcional: mirada introspectiva, gesto melancólico, una atmósfera casi literaria. Es el icono absoluto de la exposición.

Valeriano Becquer. Retrato de Gustavo Adolfo Becquer

Valeriano Becquer. Retrato de Gustavo Adolfo Becquer / El Correo

2. ‘Procesión del Corpus por el interior de la Catedral de Sevilla’ de Joaquín Domínguez Bécquer

Restaurada para la muestra, esta obra monumental de 1845 resume el talento de Joaquín para la arquitectura, la luz y la vida urbana. Es un documento histórico y un prodigio técnico. La celebración del Corpus Christi es uno de las festividades más señaladas del calendario festivo-litúrgico anual en Sevilla y la fastuosidad de su procesión atrajo la atención de los artistas del siglo XIX tanto sevillanos como foráneos. De hecho esta composición se asemeja a Interior de la catedral durante el Corpus realizada por el británico David Roberts en 1833.

'Procesión del Corpus por el interior de la catedral de Sevilla', 1845

‘Procesión del Corpus por el interior de la catedral de Sevilla’, 1845 / El Correo

3. ‘Escena galante’ de José Domínguez Bécquer

Colección Manuel Piñanes

Una de las mejores muestras del costumbrismo elegante que José llevó a su plenitud en los años 30. Vital, teatral y refinada: marca la génesis de la saga.

4. ‘Partida de naipes’ de José Domínguez Bécquer

Casa Fabiola -Colección Bellver, Ayuntamiento de Sevilla

Una escena popular que combina retrato, humor y mirada antropológica. Es esencial para entender cómo José definió los tipos andaluces que luego circularon por Europa.

Partida de naipes, José Domínguez Bécquer

Partida de naipes, José Domínguez Bécquer / El Correo

5. ‘Baile en una venta’ de José Domínguez Bécquer

Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito al Museo Carmen Thyssen Málaga

Una pieza de 1867 que fija el imaginario romántico andaluz. Música, movimiento, colorido y una mirada casi cinematográfica.

6. ‘La Feria de Sevilla’ de Joaquín Domínguez Bécquer

Una obra total dentro del costumbrismo: riqueza de detalles, ambiente festivo y una composición que funciona como crónica visual de una ciudad en expansión cultural.

La Feria de Sevilla de Joaquín Domínguez Bécquer, obra perteneciente a la coleccoón del Museo Carmen Thyssen de Málaga.

La Feria de Sevilla de Joaquín Domínguez Bécquer, obra perteneciente a la coleccoón del Museo Carmen Thyssen de Málaga. / El Correo

7. ‘El Patio de Doncellas del Alcázar de Sevilla’ de Joaquín Domínguez Bécquer

Colección particular, Sevilla

Una de las joyas arquitectónicas de Joaquín Bécquer, donde demuestra su dominio del espacio y la luz. Este óleo de 1857 un puente entre romanticismo y una mirada proto-realista.

8. ‘Retrato de muchacha’ de Valeriano Bécquer

Museo Lázaro Galdiano

Este óleo sobre tabla es una de las obras restauradas para la exposición. Delicadeza, profundidad psicológica y un dominio impecable de la luz. Una de las piezas más refinadas del pintor.

Retrato de muchacha, de Valeriano Domínguez Bécquer perteneciente a la colección del Museo Lázaro Galdiano de Madrid.

Retrato de muchacha, de Valeriano Domínguez Bécquer perteneciente a la colección del Museo Lázaro Galdiano de Madrid. / El Correo

9. ‘El pintor carlista y su familia’ de Valeriano Bécquer

Museo del Prado / Museo Nacional del Romanticismo

Pintado en 1859, se trata de un cuadro sorprendente por su perspectiva social y su lectura política. Mezcla realismo, retrato y narrativa en una escena que trasciende el costumbrismo.

10. Dibujos inéditos de Gustavo Adolfo Bécquer

Colecciones particulares y Biblioteca Nacional

No son una sola obra, pero el conjunto merece un lugar en esta lista. Revelan a un Gustavo Adolfo imaginativo, irónico y técnicamente preciso. Es la gran revelación de la muestra y la clave para entender su universo creativo antes de la literatura.