La nueva generación del tenis español aterriza con fuerza en el escaparate internacional y, por primera vez desde la creación de las Next Gen ATP Finals en 2017, el torneo reunirá a dos españoles entre los ocho mejores jugadores sub-20 del mundo. Del 17 al 21 de diciembre, la ciudad de Yeda (Arabia Saudí) será el escenario de una edición histórica para la Armada, con Martín Landaluce y Rafa Jódar como representantes de un relevo generacional que empieza a hacerse visible y que llega con una relación personal tan estrecha como prometedora para el futuro del tenis nacional.
La ATP confirmó oficialmente la lista, disipando las dudas respecto a una posible pugna final por la última plaza. Jódar, 19 años y número 167 del ranking, no necesitaba esperar al resultado del boliviano Juan Carlos Prado en el Challenger de Temuco: la clasificación ya estaba cerrada. Así, el madrileño acompañará a Landaluce (19 años y 135 del mundo) en una nómina que completan Jakub Mensik, Learner Tien, Alexander Blockx, Dino Prizmic, Nicolai Budkov Kjaer y Nishesh Basavareddy.

Jódar pega de derecha.
Una irrupción meteórica
La presencia de Jódar es una recompensa a una segunda mitad de temporada fulgurante. Entre agosto y noviembre conquistó tres títulos Challenger (Hersonissos 3, Lincoln y Charlottesville), un logro que en el tenis español solo habían alcanzado siendo adolescentes Rafa Nadal y Nicolás Almagro. Su salto de nivel ha sido tan inesperado como sólido.
“Va a ser un torneo muy bueno con los mejores ocho jugadores sub-20. Es una oportunidad para medir mi nivel y también una recompensa por los buenos meses que he tenido. Tengo ganas de ir a Yeda y hacerlo lo mejor posible”, explica Jódar sobre su primera participación en las Next Gen.
Él mismo reconoce que sus resultados han superado sus propias expectativas: “No esperaba rendir a este nivel. Tenía planeado jugar dos o tres torneos, pero todo se dio muy bien. Me adapté rápido a las condiciones y pude ganar en dos de ellos. Todo ha ido rodado”.
Uno de los aspectos más llamativos de su temporada es cómo ha logrado equilibrar estudios y competición, algo especialmente complejo en un calendario tan exigente: “Lo compagino de la mejor manera posible. En Virginia están muy acostumbrados a trabajar con jugadores que quieren llegar al profesionalismo y, al mismo tiempo, terminar sus estudios. Me aconsejaron muy bien sobre qué torneos jugar y cuáles no. Estoy muy agradecido”.
Landaluce, un talento ya consolidado
Si Jódar representa la explosión tardía, Martín Landaluce es la confirmación pausada de un talento que lleva años bajo el radar. Campeón júnior del US Open 2022, el madrileño ha dado pasos firmes en su transición al profesionalismo, asentándose en el top-150 y mostrando una evolución más táctica, menos electrizante quizá, pero más madura. Para él, disputar las Next Gen supone un premio más en un año de transición sólida. Pese a sus diferencias de estilo, ambos comparten raíces, formación y vínculo personal.

Martín Landaluce
Los dos crecieron en Madrid, entrenaron durante años en el Club Tenis Chamartín y coincidieron en múltiples torneos juveniles. Todo ello ha forjado una amistad que ahora traspasa fronteras y llega al gran escaparate sub-20 del circuito.
La frase, pronunciada por Jódar, resume algo más profundo que una simple camaradería ocasional entre jugadores del mismo país: “Somos muy buenos amigos desde pequeños y hemos jugado muchos torneos juntos. Es una alegría que dos jugadores del Tenis Chamartín se hayan clasificado. Es una señal de que las cosas se están haciendo bien”.