Los fans de Octopath Traveler ya sabían qué esperar con Octopath Traveler II: eliges a uno de ocho protagonistas, empiezas la historia en su pequeño rincón del mundo, y poco a poco vas explorando un mundo abierto, eligiendo en qué dirección ir y a qué compañeros reclutar. Según quienes estén en tu equipo en cada momento, podrás usar acciones de senda para interactuar con los PNJs de una manera u otra, con mayor o menor riesgo. Y en todo momento puedes cambiar de clase para crear nuevas combinaciones.
Habría sido muy fácil para Octopath Traveler 0 dormirse en los laureles y repetir lo que ya sabe que va a tener éxito, pero, en su lugar, decidió recorrer un camino distinto. ¿Será esta una apuesta ganadora?
Un comienzo inesperado
La primera sorpresa nos la llevamos nada más comenzar: esta vez no elegimos con cuál de los personajes ya existentes comenzaremos nuestra historia, sino que creamos al protagonista con los rasgos físicos, habilidades y pertenencias que prefiramos.
La trama comienza cuando el pueblo de nuestro avatar, Wishvale, es destruido por la avaricia de tres villanos: Herminia, la bruja de la codicia; Tytos, el héroe corrupto; y Auguste, el genio dramaturgo. A partir de este momento, podemos elegir distintos caminos: centrarnos en reconstruir la aldea, o buscar venganza contra los responsables del desastre. Aunque eso no significa que la trama vaya a acabar cuando termines con ellos, ni mucho menos; el conflicto central es mucho más amplio, y te tendrá en todo momento con el alma en vilo.
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Si te suena esta historia, no es de extrañar: está basada en la del juego de móvil Octopath Traveler: Champions of the Continent, rediseñada para consolas. No solo expande en gran medida la narrativa del original, sino que cuenta con personajes nuevos y elimina por completo los elementos gacha. Eso sí: hay muchos guiños y tributos para quienes disfrutaran de esta obra.
Esta es la fórmula central que nos presenta Octopath Traveler 0: una experiencia JRPG más clásica, más lineal, aunque sigue brindándonos muchas opciones a la hora de escoger la ruta a recorrer. Esto tiene sus pros y sus contras: por una parte, los fans del mundo abierto pueden sentir que les han quitado parte de la libertad que antes tenían; pero, por otra, la trama es mucho más coherente, y cobra más fuerza que en entregas anteriores, algo que le hacía mucha falta. Los personajes al fin tienen química entre sí, y todos persiguen un objetivo común; nunca antes se habían sentido tan vivos.
Además, si eres fan de los juegos con una fuerte carga narrativa, este te encantará, porque cuenta con una historia muy detallada y pulida, con toques sorprendentemente maduros e inesperados. Decir que se trata de un Juego de tronos hecho JRPG no se alejaría mucho de la realidad.
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El fragor de la batalla
La principal novedad que nos brinda este título con respecto a sus predecesores sorprenderá a los consoleros, pero no a quienes probaron el juego de móvil: esta vez luchamos con equipos no de cuatro, sino de ocho luchadores. El elenco de personajes también se ha agrandado espectacularmente: podemos reclutar hasta a 36 aliados. La mayoría pertenecen a las ocho clases clásicas que conocemos y amamos, pero hay algunas únicas: por ejemplo, Stia, la amiga de infancia del protagonista, es una carpintera que mezcla habilidades de boticario y ladrón.
Para presentar un abanico tan extenso, es sorprendente lo detallados y bien tratados que están cada uno de los personajes: todos tienen su propia historia, así como detalles e interacciones que se van extendiendo a lo largo del tiempo. La mayoría de ellos reciben arcos argumentales que ayudan a sacarle todo el partido a su personalidad, volviéndolos complejos y redondos. Además, que varios luchadores pertenezcan a la misma clase no significa que tengan las mismas habilidades: el truco está en aprender a exprimir el potencial de cada uno.
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Lo que quizá sorprenda a muchos es que aquí no se repite la dinámica de contar con una clase principal y una secundaria: de hecho, el protagonista es la única persona que puede cambiar de trabajo. Esto puede parecer limitante al principio, pero pronto vemos que es justo al revés: cada guerrero puede desbloquear tres habilidades activas y tres clases pasivas, que podemos escoger de entre una amplísima variedad, lo cual nos permite personalizarlos mucho más que nunca.
En combate, nuestros aliados se dividirán para luchar cuatro en la vanguardia y cuatro en la retaguardia. En cualquier momento puedes cambiar a cualquiera de ellos por su contraparte, así que asegúrate de organizarlos en parejas que se complementen adecuadamente. Si en cualquier momento cae uno de nuestros camaradas, inmediatamente es sustituido por quien esté en las líneas traseras. También hay habilidades que solo se activan, o adquieren más poder, cuando te encuentras en uno u otro lado. Gracias a esto, los combates cuentan con un componente estratégico nunca visto en la saga.
Por último, es importante mencionar que ya no existen las acciones de senda: nuestro avatar es capaz de realizarlas todas. Que podamos utilizar una u otra depende más del individuo con quien estemos interactuando que de nosotros mismos: algunos te regalan objetos, otros te los venden, y a otros se los tienes que arrancar de las manos en combate singular, pero esto ya no depende de quiénes se encuentren en nuestro equipo. Esto nos brinda más libertad a la hora de elegir a nuestros combatientes, pues ya no estaremos obligados a llevar a nadie solo porque necesitamos su acción de senda.
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¿Qué clase de Animal Crossing es este?
Antes hemos mencionado que una de las vías que puedes perseguir es la reconstrucción de Wishvale, tu pueblo natal que fue destruido durante el prólogo. Hacerlo conlleva una mezcla de recoger recursos, completar misiones secundarias, y buscar a habitantes potenciales y convencerlos de que se muden a nuestra aldea. Una vez contamos con estos recursos, podemos personalizar nuestro hogar hasta puntos sorprendentes, logrando que cada jugador construya una Wishvale distinta a la de los demás.
Este aspecto innovador es un soplo de aire fresco: ya no solo viajamos por el mundo para luchar y completar misiones, sino que también tenemos a un lugar que regresar y mejorar. No solo conseguimos objetos para que nos ayuden en batalla, sino también para construir nuevos edificios; podemos interactuar con PNJs no solo para sonsacarles dinero, pertenencias e información, sino también para que nos ayuden a mejorar nuestro hogar. Ya no solo pensamos en luchar y explorar, sino también en construir y mejorar. Y hacerlo tiene recompensa: podemos conseguir objetos raros, obtener dinero y alimentos para que nos ayuden durante las batallas, desbloquear historias secretas de nuestros compañeros de andanzas…
Y ojo, que incluso esto tiene su punto de estrategia: según a quién pongas a cargo de qué edificios, podrías conseguir cosechas más abundantes, una crianza más rápida del ganado, precios más baratos en la tienda… o puedes, simplemente, echarte unas risas poniendo a un perro a gestionar la biblioteca. En definitiva, reconstruir Wishvale no es solo una misión secundaria más, sino un aspecto crucial muy bien integrado dentro de las mecánicas de juego.
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No es oro todo lo que brilla
Por desgracia, Octopath Traveler 0 está lejos de ser un juego perfecto por culpa de detalles que pueden fastidiar la experiencia de juego.
El principal, y más grave, es que el juego no ha sido traducido al español. Esta tendencia de Square Enix de lanzar juegos exclusivamente en inglés es incomprensible, y no hace más que restar puntos a obras que, de otra manera, habrían pasado a la historia. Parece especialmente incomprensible en este caso, dado que sus dos antecesores sí llegaron en nuestro idioma, y gozaron de éxito comercial. ¿Por qué negarle una traducción a este título, mientras sí se la dan a una apuesta nueva como es The Adventures of Elliot: The Millenium Tales? El motivo es todo un misterio.
También podemos sufrir, en ocasiones, caídas de FPS, cosa curiosa en un título 2D-HD. Sin embargo, esto ocurre casi exclusivamente en Wishvale, especialmente si colocas muchos elementos juntos en lugar de esparcirlos a lo largo del mapa. No es algo que resulte frustrante, ni ocurre a menudo, pero resulta molesto en las pocas ocasiones en que sucede.
Octopath Traveler 0 es un juego espectacular y ambicioso que nos ofrece una trama sensacional, un aspecto gráfico que mezcla la nostalgia con un detallismo preciosista, y una banda sonora que te sumerge en los escenarios y situaciones que vives. Esta saga nunca nos había ofrecido tantas posibilidades de personalización, asegurando que cada jugador disfrutará de una experiencia única. Incluso quienes no sean especialmente aficionados a los JRPGs encontrarán algo que disfrutar, gracias a la mecánica de reconstruir Wishvale según nuestras preferencias.
Es especialmente osado que se haya atrevido a reformular las mecánicas que hicieron famosas a sus dos entregas anteriores, pero lo ha hecho con éxito para convertirse en la entrega más grandiosa y cargada de posibilidades hasta el momento.
Lo mejor
- Dirección artística impecable a nivel visual, musical y narrativo.
- Un elenco de personajes abrumador.
- Un sistema de batalla más estratégico e interesante que nunca.
- Posibilidades casi infinitas de personalización.
- La capacidad de construir y personalizar tu propia aldea.
Lo peor
- No está traducido al español.
- Caídas ocasionales de FPS.
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