No habían pasado ni diez minutos de partido en el Camp Nou entre el Atlético y el Barcelona cuando Johnny Cardoso quedó tendido en el suelo. En un salto, recibió un rodillazo de Dani Olmo en la rodilla izquierda. Cayó mal y desde el primer momento sintió molestias. 

El estadounidense trató de seguir en el campo. Salió del campo, volvió a entrar, se probó… Pero no hubo manera. «Johnny fue sustituido durante la primera mitad por un fuerte golpe en la rodilla», explicaba el Atlético de Madrid, en las redes sociales, en el descanso del choque.

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A los 15 minutos salió del terreno de juego, entrando Koke en su lugar. Y su salida coincidió con el cambio de rumbo que tomó el encuentro. Hasta ese momento el duelo estaba parejo, pero a partir de ahí el Barcelona se hizo con el dominio del choque durante toda la primera mitad.

Y es que la lesión de Cardoso frustró el plan de Simeone. El técnico argentino dio la titularidad al estadounidense junto a Barrios en el doble pivote. La idea era repetir lo de una semana antes, frente al Inter de Milán en el Metropolitano. Entonces, el Cholo tiró del físico de Johnny, que abarca mucho campo, para frenar al cuadro italiano y después, en la segunda parte, ir a por el partido.

Es lo mismo que había planeado para el Camp Nou. Desgaste antes del descanso y luego tener más balón para atacar al conjunto azulgrana. Algo que se produjo con Cardoso sobre el césped, lo que también permitió al equipo realizar una presión alta.

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Koke, cuya entrada estaba prevista para el minuto 60, fue el que sustituyó al americano. El capitán fue el encargado de tapar a Pedri, persiguiéndole por todo el campo, lo que conllevó un importante desgaste para el capitán. Antes de la salida de Johnny, era Barrios el que lo hacía.

A pesar de entrar en el 15′, Koke no completó el encuentro. Dejó su sitio a Antoine Griezmann en el minuto 75, en otro cambio ofensivo de los que hizo Diego Simeone en busca de un empate que estuvo cerca. Porque con el 2-1, el Atlético dispuso de tres claras ocasiones de gol en las que, sin embargo, no llegó ni a disparar a puerta. Una de Griezmann, otra de Giuliano y una más de Almada, siendo esta la más clara, pues el argentino incluso había regateado a Joan García, pero no conectó bien con el balón y la envió fuera.