A pesar de un vislumbramiento inicial de reacción por parte del Athletic Club en el segundo tiempo, pronto se apagaron las luces del equipo local, cayendo de nuevo en el flujo del partido que quería el Real Madrid. Los blancos, superiores con y sin balón, minimizaron al máximo a los leones, y bajo el faro de Mbappé, golpearon con el 0-3 definitivo antes del cuarto de hora del segundo tiempo. Con los zurigorri excesivamente espesos en sus ideas, el naufragio se fue constatando poco a poco, ofreciendo la primera victoria del Real Madrid tras tres partidos sin ganar en el campeonato (3E), con un juego que convenció y una pegada digna de un equipo que cuenta con uno de los mejores delanteros de Europa.