
El artista David García Riesco con Verónica Blanco en la cafetería que esta regenta en Álvarez Garaya donde el primero expone 11 de sus lienzos. José Simal
El artista David García Riesco, alumno de la academia Margón, expone 11 de sus lienzos en el negocio hostelero regentado por Verónica Blanco en Álvarez Garaya para visibilizar una obra que él califica «entre realista, impresionista y naif»
Miércoles, 3 de diciembre 2025, 23:50
La cafetería gijonesa Dolce e Vero, ubicada en Álvarez Garaya, se ha transformado en los últimos días en una galería de arte. De sus paredes y columnas cuelgan cuadros que se combinan estos días con los dibujos de dulces y los nombres de las exquisiteces que se sirven a diario entre los clientes. El negocio hostelero transmutado en pinacoteca expone la obra de David García Riesco, uno de esos clientes habituales con vocación artística que convenció a la dueña, Verónica Blanco, para dar a conocer su obra en un espacio donde las obras de arte suelen ser las galletas, las tartas y los cafés.
David tiene 44 años y es valenciano de nacimiento, pero lleva más de media vida viviendo en Asturias adonde se mudó a vivir junto a sus padres y hermana en 2001. «La muestra surgió hablando un día con Vero en que le comenté la idea de exponer un par de cuadros. Al final llevé unos tres cuadros y vimos que parecía poco, así que al final, y dado el espacio disponible, ahora mismo tengo expuestas 11 obras, de tamaños, técnicas y temáticas muy diferentes ya que considero enriquecedor no encasillarse en un mismo estilo y temática», explica el artista.
David explica que su interés por las artes plásticas nace de que es alumno del Estudio Margón que está en Gijón, en la avenida de la Costa, desde hace muchos años,«un lugar donde he aprendido mucho y sigo aprendiendo». No obstante aclara que su base es autodidacta. «En torno a los 16 años mis padres compraron nuestro primer ordenador (un 486, con Windows) y enseguida me ‘vicié’ a pintar con el Paint. Con la práctica iba haciendo dibujos cada vez más definidos. Posteriormente comencé a pintar con rotuladores y lápices de colores. Hasta que hace casi 20 años hice mis primeras pinturas con óleo y acuarelas, y de ahí fue cuando me apunté a la Academia Margón de la que soy fiel alumno», relata a modo retrospectivo.
¿Cómo se clasifica artísticamente? «Hago pintura que calificaría entre realista, impresionista y un poco naif en algunas obras. Mayoritariamente pinto o bien a óleo sobre lienzo o bien acrílico (este sobre lienzo o sobre tablillas de madera, incluso en ocasiones aprovechando soportes que encuentro en la basura como bastidores, chapas, embalajes de platos de ducha, etc.)», apunta. «También pinto algo con acuarela aunque en menor medida», añade.
La exposición en sí en Dolce e Vero no tiene una duración estimada y el autor avisa de que «en un tiempo iré intercambiando algunos cuadros por otros que tengo en casa». Asegura que no es debutante y que «ya tengo unas cuantas exposiciones en mi haber, sobre todo en cafeterías y restaurantes».
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