Ayer se celebraba en Palacio Marivent en Mallorca la tradicional y esperada recepción presidida por la Familia Real a representantes de los distintos sectores e instituciones de la sociedad. Esta vez, la cita generaba mayor expectación que años anteriores ya que era la primera vez que la princesa Leonor y la infanta Sofía se sumaban al evento junto a sus padres y su abuela la reina Sofía.

Entre los asistentes también se encontraba otro debutante en la recepción balear, el cual ha llamado especialmente la atención: Rafa Nadal. El tenista mallorquín, siempre fiel a la discreción que le caracteriza e intentando pasar desapercibido entre la larga lista de personalidades invitadas a la cita, hizo gala de la maravillosa relación que comparte con los Monarcas, especialmente con el rey Felipe VI.

Hace poco más de un mes se hizo oficial la concesión de varios títulos nobiliarios mediante Real Decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), este es el caso del tenista, que el pasado 24 de junio fue nombrado marqués de Llevant de Mallorca. En el anuncio se destacaba que las trayectorias de las personas reconocidas son ejemplo de excelencia en distintos ámbitos, desde el servicio a la Corona hasta disciplinas como la ciencia, el arte, la cultura, el pensamiento o el deporte. Entre los galardonados figuran la nadadora Teresa Perales, la cantante Luz Casal, el exjefe de la Casa del Rey Jaime Alfonsín, el bioquímico Carlos López Otín y la fotógrafa Cristina García Rodero. Estas distinciones son las primeras de este tipo otorgadas durante el reinado del actual monarca.

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A pesar de acudir a la cita sin la compañía de su mujer, Xisca Perelló, en la recepción balear se reencontró con otra de las figuras deportivas más importantes de nuestro país, el ex jugador de baloncesto Rudy Fernández y su mujer Helen Lindes, con quién esperó pacientemente en la larga fila para saludar a la familia real.

A pesar de que esta importante recepción se realiza todos los años, esta es la primera vez que vemos a Rafa en las inmediaciones del Palacio, ya que posiblemente, los entrenamientos de alto nivel con los que se preparaba para las competiciones, le impedía acudir a los actos sociales a los que ahora, tras su retirada del tenis profesional, irá sin problema. Además, este verano para el mallorquín será uno de los más especiales ya que su mujer está a punto de dar a luz a su segundo hijo, mientras tanto, ambos se encuentran disfrutando de sus últimas vacaciones en la isla siendo tres.