Si al Madrid de Xabi le da la gana jugar como lo hizo en San Mamés, hay Alonso para rato. Y equipo para creer y soñar en cosas grandes. Cuando más dudas había sobre la figura del tolosarra, y del compromiso y rendimiento de sus … jugadores, se calzó el Madrid su mejor partido de la temporada. Hace justo un año, Mbappé tocó fondo en San Mamés y, doce meses después, saca de ahí a Xabi. Doblete del francés y otro tanto de Camavinga en un 0-3 que le mantiene a un punto del Barça.

Eligió Alonso un once sin Arda y con Camavinga, para sorpresa de casi nadie. Xabi ha elegido morir, o vivir, con los futbolistas que pondrían también en la planta noble, y como la mayonesa no liga con Güler y Bellingham, puso el músculo de Eduardo. De repente, todo funcionó. No fue el qué, sino el cómo. En San Mamés, el Madrid tocaba y se movía. La pelota se cansaba de la velocidad que le imprimía el equipo blanco y la precisión de los pases era de cirujano graduado en Harvard.

  • Athletic
    Unai Simón; Lekue (Areso, 46), Vivian, Laporte, Adama; Rego, De Galarreta (Unai Gómez, 46); Berenguer (Nico Serrano, 69), Jauregizar (Mikel Vesga, 69), Nico Williams (Selton, 78); y Guruzeta.
  • Real Madrid
    Courtois; Trent (Asencio, 55), Militao (Brahim, 77), Rudiger, Carreras; Tchouaméni, Camavinga (Arda Guler, 69); Valverde, Bellingham, Vinicius (Rodrygo, 77); y Mbappé (Gonzalo, 77)
  • Goles
    0-1, m.7: Mbappé. 0-2, m.43: Camavinga. 0-3, m.58: Mbappé.
  • Árbitro
    Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Berenguer y Rego,

No tuvo oportunidad el Athletic ni de su clásico empujón inicial. A los cinco minutos, Unai ya había salvado un gol de Mbappé y otro de Vini. En el 7, hincó la rodilla. Kylian recibió en el centro del campo un balón cruzado de Trent, y todo lo que pasó después fue una secuencia de ‘El Coyote y el Correcaminos’, con el aura de Ronaldo Nazario sobrevolando San Mamés. Mbappé medio sentó a Lekue y lo remató sacándole cinco metros en dos zancadas, luego encaró a Laporte y mandó su cintura de vuelta a Riad, y ya en la corona del área, fusiló a Unai.

El Athletic era un títere en manos de un Madrid celestial, pero los leones también rugen cuando duermen. En dos errores en salida de balón de los blancos se cocinaron dos jugadas de gol. No lo fueron porque delante está el mejor portero de todos los tiempos. En el 26, Courtois mandó a la esquina un zurdazo de Guruzeta, y en el 30 le sacó un derechazo a Berenguer con el bíceps de su brazo izquierdo. Son paradas de inteligencia artificial.

El Madrid no pestañeó ante ese posible 2-1 que nunca fue. Y se marchó al descanso con ventaja doble. En el 33, Vini mandó al palo un disparo desde el lateral del área, ya bastante escorado una vez que superó la salida de Unai. Y en el 38 perdonó un mano a mano. Le enseñó demasiado a Simón el golpeo con el interior.

A la tercera ocasión consecutiva, ya no hizo prisioneros. Brillante jugada colectiva que acabó en un centro de Trent, una asistencia de Mbappé, con la cabeza y desde el segundo palo, y un ‘gracias’, de Camavinga, que solo tuvo que empujarla desde el primer palo. 0-2.

La segunda mitad ya no fue tan redonda, pero tampoco lo necesitaba el Madrid. Empezó bien el Athletic, con un disparo de 30 metros de Jauregizar que hizo volar a Courtois, y ambición ofensiva para estrujar el marcador, pero Mbappé echó agua al fuego con el 0-3 en el 58. En un ataque sin aparente peligro, Kylian levantó la cabeza y desde 27 metros colocó el balón en el palo derecho de Unai. De la nada, gol 25, número 16 en Liga.

Lo peor para el Madrid fueron las lesiones. En plural. Poco antes del doblete de Mbappé, Alexander-Arnold se rompió en el momento de ejecutar un pase. Salió tieso y, salvo que las pruebas digan lo contrario, tiene pinta de que no volverá a jugar hasta 2026. Segunda lesión muscular del inglés, que cuando por fin cogía carrerilla, vuelve a tropezar en la misma piedra.

También se fue lastimado Camavinga. Una patada de Berenguer le dañó el tobillo izquierdo. Intentó seguir, pero no pudo. Parece algo más light que lo de Trent, pero veremos si le da para llegar a Balaídos y al City.

Con el partido sentenciado, Xabi fue inteligente y sentó a Mbappé y Vini, que le dio un sentido abrazo a su entrenador. El brasileño se había picado con la grada poco antes del cambio, sacando a pasear tres dedos como respuesta a una catarata de insultos en el córner. El francés también andaba algo caliente. Vaciló a Adama con un caño cuando Gil Manzano había parado el partido por una falta. Kylian se excusó en que no escuchó el silbato. Y Vini salió en su defensa. No era noche de líos, sino de celebración. El Madrid de Xabi resucita en San Mamés.