Fiel a su historia copera, el Villarreal las pasó ‘canutas’ para superar a un equipo de tres categorías menos. Los azulejeros tuvieron que recurrir a la tanda de penaltis para apear a un heroico Antoniano, donde una parada de Arnau Tenas les evitó un nuevo sonrojo.

Advertido por su propio pasado y escocido por anteriores experiencias, el Villarreal salió serio al partido. Marcelino exigió motivación a sus futbolistas, y no se les puede achacar la falta de esta. Los amarillos apostaron por un juego directo y vertical, sabedores de que el terreno de juego no permitía el más mínimo lujo futbolístico.

Ante un aguerrido rival los amarillos tuvieron el control y varias llegadas peligrosas en la primera mitad. Pero ni Tani ni Pépé estuvieron acertados en las mejores ocasiones. En una jugada que acabó con un claro penalti no señalado en área lebrijana por mano, llegaría la desgraciada lesión del local Antonio, quien se marchó en camilla y entre lágrimas. Tani tuvo la más clara tras revolverse en el área y disparar desviado. Llegaba al descanso con el partido empatado y con los fantasmas de las copas pasadas revoloteando sobre el Villarreal.

No cambio el guion en la segunda mitad, si bien el dominio amarillo se agrandó ante un Antoniano que se atrincheraba a la perfección. El tiempo apremiaba y Marcelino apostó por dar entrada a Mikautadze y Ayoze para desatascar el duelo. En la única ocasión del partido en la que los castellonenses encontraron espacios, Tani estuvo a punto de marcar, pero Revuelta salvó bajo palos. Las ocasiones amarillas llegaban, pero no el gol, y con ello la prórroga

Ayoze desataba el nudo de la garganta castellonense al rematar un córner botado por Parejo y avanzar a su equipo. Pero el guion copero todavía depararía un inesperado quiebro. Jesús García empataba tras un tremendo remate de Panadero y mandaba el choque a los penaltis. Arnau detuvo el lanzamiento de Durán para salvar a su equipo. El Villarreal se fue del estadio con el susto en el cuerpo y con la clasificación. El Antoniano con el merecido homenaje de una hinchada que puede sentirse orgullosa su equipo