La estética mediterránea, la pincelada suelta y la luminosidad intensa son tres características que definen a los cuadros de Joaquín Sorolla (1863-1923). Para mantener su legado, más allá de los artistas que buscan recrear esa misma luz blanca junto al mar, su bisnieta Blanca Pons-Sorolla presentó este miércoles en el Museo del Prado el primer volumen del catálogo razonado del pintor valenciano.
La pieza está compuesta por un total de 1073 obras, todas ellas correspondientes al periodo inicial de la carrera artística de Sorolla, época en la que encontró su camino como pintor.
«Los grandes premios fueron el acicate que le llevaron a ser el gran artista que conocemos. Sus primeras obras no eran tan sublimes ni con tanta calidad como lo serían adelante, pero fue un trabajador infatigable y concienzudo al que la inspiración le sorprendió con los pinceles en la mano«, expresó su bisnieta.
La obra comprende un total de 1.000 copias en castellano y 1.000 ejemplares en inglés. Asimismo, los libros incluyen fotografías a color de las pinturas, excepto de aquellas que solo perduran en blanco y negro. Una gran parte de las obras incluidas en el libro permanecían inéditas y se reproducen ahora por primera vez.

Para su publicación se ha revisado, actualizado y sistematizado la información existente de cada obra. Esta investigación ha corrido principalmente a cargo de Blanca Pons-Sorolla, quien ha dedicado casi cuatro décadas a registrar y catalogar el conjunto de obras.
«Me es difícil precisar mis inicios en este comprometido y fascinante proyecto. Recuerdo cómo desde niña mi abuela María y mi padre me enseñaron a ver la pinturas y con ellos aprendí a disfrutar de las obras de mi bisabuelo. Ha sido un trabajo titánico«, ha reconocido.
Este no será el único tomo que recoja las principales obras del artista valenciano. En los próximos años se publicarán tres partes más que incluirán 4.000 nuevas piezas de Sorolla. Estas estarán ligadas a la etapa de la la madurez en su carrera, el periodo de consolidación como artista en los primeros años del siglo xx y los trabajos de su última fase creativa, justo antes del derrame cerebral que sufrió en 1920.
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