Tras el parón por las ventanas FIBA, la Liga Endesa vuelve ponerse en marcha el fin de semana y lo hace con un partido trascendental para el Casademont: el que disputará el sábado a las 20.00 en Granada. El entrenador rojillo, Jesús Ramírez, ha explicado este jueves que el equipo ha de aprender la lección tras la derrota contra Tenerife, un partido en el que «hicimos cosas ofensivas de mucho nivel», pero en el faltó «disciplina táctica» y, también, consistencia: «Estamos trabajando precisamente en eso, en lo que vimos en Tenerife, para que no vuelva a pasar», ha afirmado.

Ramírez ha analizado cómo se encuentran los jugadores tras la cita internacional y esperará hasta mañana para dar una convocatoria porque, por ejemplo, Trae Bell-Haynes y Joel Soriano no ha podido entrenar aún y Marco Spissu se llevó un golpe, que parece no tener demasiadas consecuencias.

Sí es más que probable que debute Koumadje -al que en el equipo llaman Christ-, que lleva ya dos entrenamientos y puede aportar «cosas diferentes» al equipo. «Es un jugador especial, diferente, que nos aporta una herramienta distinta. No está en ritmo de 5×5, como es normal, pero sí está en buena forma gracias al trabajo individual. Ahora tenemos que intentar meterlo en dinámica porque el pequeño impacto que ha tenido en los entrenamientos ha sido positivo», ha dicho Ramírez. El entrenador admite que la intención con este fichaje es tener «más presencia defensiva» y «más finalización dentro de la pintura». «Sigo confiando en los jugadores que tenemos, pero ahora tenemos más herramientas».

Sobre cómo se fraguó el fichaje del gigante (2,24 de altura), Ramírez ha reconocido que «no estaba en el radar», pero «siempre estamos abiertos y mirando el mercado. Pensamos que podía ser un buen refuerzo». «A Christ le he pedido presencia, liderazgo, rebote y contundencia en las finalizaciones en la pintura. Con ese impacto, el equipo dará un paso adelante». 

Aunque aún estamos apenas en diciembre, el equipo se juega mucho en el Palacio de los Deportes de Granada: por un lado, la credibilidad del propio entrenador Jesús Ramírez, y por otro, el poder escalar en la tabla clasificatoria y alejar los fantasmas del descenso. No es precisamente Granada un rival cómodo para el Casademont, dado que en los seis últimos enfrentamientos los aragoneses han caído en cinco ocasiones. 

«Para mí es muy importante que el partido de Tenerife nos sirvió para ver muchas cosas. Tenemos que aplicar lo aprendido: mejorar lo que hicimos mal y mantener lo que hicimos bien», ha insistido Ramírez, al tiempo que ha explicado que con los jugadores que han permanecido estos días en Zaragoza se ha hecho «un buen trabajo para mantener el tono físico».

La confianza de Yusta

Por su parte, el capitán Santi Yusta ha valorado positivamente su participación en la selección nacional española de Chus Mateo y ha deseado tener continuidad con la Familia. Sobre el momento del Casademont, ha opinado que el equipo está bien pero «faltan pequeños detalles en los últimos minutos para llevarnos la victoria». «En Granada se verá que tenemos ganas», ha dicho, al tiempo que bromeaba con la altura «gigante» de Christ. El duelo contra el Covirán «es un partido importante» ya que los nazaríes «en casa están jugando bien». «Con la llegada de Lluis Costa han dado un paso adelante», ha dicho Yusta, que confía en que el Casademont sepa cortar los «bajones» y sea capaz de mantener la buena dinámica cuando esta se da. 

El madrileño ha asegurado que el vestuario del Casademont está tranquilo y que, aunque se sitúan muy lejos de sus objetivos iniciales, «estamos bien porque tenemos confianza en lo que hacemos». Sobre su momento personal, Yusta ha dicho que está muy contento y que el juego de Ramírez y los nuevos conceptos le vienen bien. «Tengo minutos y confianza para seguir. No todos los partidos van a ser iguales porque no somos máquinas», ha reflexionado, antes de ponerse como ‘deberes’ «intentar involucrar a más jugadores (Trae, Devin, Dubi…) en sus situaciones naturales de juego».