Empezó la cuenta atrás para que los extremeños decidan, el próximo 21 de diciembre, el futuro de la región. La campaña electoral esta ya, oficialmente, en marcha desde esta medianoche, donde los principales partidos han realizado la tradicional y simbólica pegada de carteles. Se trata … de las primeras elecciones anticipadas de la historia de Extremadura, pero no son «únicas» solo por eso. El escenario actual, la inercia en la que apuntan los sondeos, vislumbra un horizonte verdaderamente revelador tras los comicios. Tanto como para que la región experimente un verdadero vuelco sociológico. Hacia la derecha.

Extremadura ha sido, tradicionalmente, una región socialista. La comunidad autónoma, exceptuando los cuatro años de gobierno del popular José Antonio Monago y, después, la presidencia de María Guardiola, ha sido siempre un valor seguro para el PSOE. Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara acumularon, entre ambos, 36 años de Junta socialista en tierras extremeñas. En 2011, el PP alcanzó el 46% de los votos. En 2023, PP y Vox sumaron prácticamente lo mismo, algo menos de un 47%. Todos los sondeos conocidos hasta la fecha apuntan a que el bloque de derechas sumará, esta vez, más de la mitad de los votos de los extremeños. Sería la primera vez en la historia que se da esta circunstancia.

Cierto es, sin embargo, que ambas formaciones, precisamente en Extremadura, no están cerca. Tras la convocatoria electoral, la distancia, que ya era evidente, entre María Guardiola y Vox se ha agigantado. Los mitines de unos y otros son un depósito de ataques contra el «compañero» de la derecha. El acuerdo post-electoral parece hoy lejano. Abascal ya ha expresado, en reiteradas ocasiones, que Guardiola «tendrá que pasar por el aro» si quiere gobernar, nuevamente, en Extremadura.

El candidato de VOX a la presidencia de la Junta de Extremadura, Óscar Fernández Calle, durante la tradicional pegada de carteles

El candidato de VOX a la presidencia de la Junta de Extremadura, Óscar Fernández Calle, durante la tradicional pegada de carteles

Efe

Hecatombe socialista

Si se cumple la tendencia esbozada por los primeros sondeos, el PSOE registrará el peor resultado de toda su historia en Extremadura. Las encuestas creen que los socialistas perderán entre cuatro y nueve escaños. De confirmarse, sería una debacle mayúscula y, por supuesto, inédita hasta la fecha. Al frente, como candidato, el cuestionado Miguel Ángel Gallardo, que tendrá que sentarse meses después en el banquillo de los acusados por prevaricación y tráfico de influencias. Todo relacionado con la contratación en la Diputación de Badajoz del hermano del presidente del Gobierno.

El candidato socialista a la presidencia de la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, en la tradicional pegada de carteles

El candidato socialista a la presidencia de la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, en la tradicional pegada de carteles

Efe

No es la única preocupación del secretario general del PSOE de Extremadura, que se enfrenta a una galopante crisis interna, solo atajada momentáneamente por la convocatoria electoral. Tras los comicios, sobre todo si las predicciones se cumplen, Gallardo volverá a tener un dolor de cabeza con el aparato de Cáceres, que siempre ha estado en su contra. El malestar del votante socialista lo aprovecha Unidas por Extremadura -Podemos e IU- con su candidata Irene de Miguel, que podría duplicar su número de escaños en la Asamblea.