El Atlético Baleares tumbó al Espanyol en la Copa del Rey, (1-0) que venía de ganar en Balaídos en la Liga, donde ocupa una plácida sexta posición pero que fue incapaz de salir airoso del Estadi Balear. El Rayo Vallecano salvó su eliminatoria al límite. El equipo de Íñigo Pérez perdía en la prolongación, empató a tres minutos del final y desniveló el cruce en la segunda parte de la prórroga (1-2).
El conjunto de Segunda Federación creyó en la proeza durante los 90 minutos. Un equipo que vendió 3.200 entradas en el Estadi Balear, a las afueras de Palma de Mallorca, y allí arrinconó al Espanyol, que solo reaccionó en el tramo final, cuando ya sentía la soga al cuello. Poco después de la reanudación, el público festejó el tanto de los locales gracias a un remate de Jaume Tovar, un delantero de la tierra que demuestra estar en racha después de haber anotado 11 tantos en 13 partidos de Liga en Segunda Federación. Ningún jugador ha sido más productivo en la categoría. Un joven de 1,90 que no sabe quién es Julio Salinas. Un héroe que se formó en el Sóller, donde jugaba con su hermano y su padre estaba como segundo entrenador.
Ellos ahora trabajan como electricistas mientras él se hincha a marcar goles. El más importante, sin duda, este que apeó al Espanyol de la Copa. El Sevilla parecía tener una noche plácida. El equipo hispalense, en el que reapareció Joan Jordán año y medio después de su lesión, dominaba el partido (0-2) ante el Extremadura y comenzaba a pensar ya en la tercera ronda de la Copa. En la segunda parte llegó un tanto del conjunto de Almendralejo que avivó la incertidumbre en el Francisco de la Hera, pero le faltaron armas para tumbar a un rival de Primera como el Sevilla.
El Valencia, un grande que lleva años conviviendo con el drama, celebró como una proeza eliminar al Cartagena en la prórroga. El equipo de Carlos Corberán fue muchos minutos por detrás y el técnico tuvo que rescatar a sus pilares. Luis Rioja fue el más decisivo de todos y propició la ocasión que permitió a Lucas Beltrán alargar el partido 30 minutos más. El Cartagena no se rindió y siguió buscando el triunfo. Lo tuvo en la prórroga, cuando el Valencia se quedó con 10 por la expulsión de Santamaría, pero De Blasis perdonó un penalti que detuvo Dimitrievski en el minuto 119. Uno más tarde castigó el Valencia ese error con el decisivo tanto de Jesús Vázquez (1-2).
El Celta sufrió al máximo para eliminar al Sant Andreu, un equipo aguerrido que se le sublevó en el Narcís Sala, uno de esos campos de césped artificial, diminutos, que a menudo se convierten en una ratonera para los grandes. El partido llegó a la prórroga y aunque el Sant Andreu golpeó primero con un tanto de Alexis García, Borja Iglesias igualó la eliminatoria, que llegó hasta los penaltis (1-1). Fueron necesarios 14 lanzamientos para que se produjera un error. Serrano mandó el suyo al larguero y el Celta dio un paso más en la Copa.