La mítica fábrica de sueños que es Cinecittà volvió a iluminarse anoche, pero esta vez no para rodar una superproducción, sino para rendir homenaje a un hombre que ha convertido la moda italiana en un manifiesto de belleza, ética y artesanía: Brunello Cucinelli. Entre decorados históricos y un ambiente casi cinematográfico, Roma celebró el legado del diseñador con una velada íntima, elegante y plagada de referentes del estilo contemporáneo. No era una gala más, sino una declaración de amor al slow luxury.
Y precisamente por eso, las invitadas apostaron por looks que combinaban sofisticación, intención y un guiño inequívoco al universo Cucinelli: texturas ricas, siluetas fluidas, brillo seco y una paleta que oscilaba entre el negro atemporal y los destellos metálicos. Fue una noche en la que la moda se movió como el buen cine: con emoción.
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Cris Castany
Poppy Delevingne: sofisticación relajada con un twist plumífero
Fue de las primeras en acaparar miradas con un look que elevaba el tailoring hacia un territorio casi etéreo. Eligió un conjunto negro formado por un blazer de solapa marcada y decoración de flecos o aplicaciones plumíferas que aportaban movimiento y una dimensión táctil muy Cucinelli. La británica equilibró esa exuberancia con unos pantalones anchos en gris antracita, de caída perfecta, que recordaban la elegancia clásica de los 90 pero actualizada con un punto desestructurado.
Poppy Delevingne (Gtres)
El bajo largo rozando el suelo y los stilettos afilados aportaban verticalidad, mientras que el top lencero insinuado bajo la chaqueta añadía una nota sensual sin restar sofisticación. Con su melena suelta y ondulada, Poppy firmó un look que mezclaba glamour y comodidad, perfecto para una noche en la que la artesanía era la verdadera protagonista.
Olympia de Grecia: juventud, minimalismo y presencia
Apostó por una estética mucho más contenida, pero tremendamente efectiva. Fiel a ese aire juvenil pulido que la caracteriza, se decantó por un vestido negro largo, de líneas limpias y hombros descubiertos que resaltaban su porte natural. El tejido, con un ligero brillo satinado, se movía con suavidad y aportaba una elegancia sin esfuerzo, casi escultórica.
Olympia de Grecia (Gtres)
La royal complementó su look con pendientes discretos y un maquillaje luminoso que enfatizaba la mirada. Olympia demostró que, en una noche en la que muchas invitadas optaron por fantasía textural, el minimalismo bien ejecutado es siempre una apuesta ganadora. Un look impecable que respiraba modernidad y respeto por el dress code del homenaje.
Jessica Chastain: la gran diva plateada
Una de las más esperadas, encarnó el glamour hollywoodiense en estado puro. La actriz apareció envuelta en un espectacular vestido columna completamente bordado en tonos plata, un diseño que combinaba lentejuelas, cristales y un trabajo de encaje casi arquitectónico. La pieza, de escote palabra de honor, abrazaba su figura con una precisión milimétrica, y la falda ligeramente acampanada añadía un movimiento sutil que jugaba con la luz de forma hipnótica.
Jessica Chastain (Gtres)
Pero el verdadero golpe de efecto fue el impresionante collar joya, una gargantilla envolvente que reforzaba esa aura de diva clásica. Con un recogido pulido hacia atrás y labios en un rosa profundo, Chastain parecía salida de una película rodada en esas mismas instalaciones décadas atrás. Fue, sin duda, uno de los looks más aplaudidos de la noche.
Bianca Balti: el tuxedo reinterpretado
La modelo apostó por la elegancia andrógina con un esmoquin negro reinterpretado de manera impecable. Ella llevó una blazer de corte masculino con solapas satinadas y una camisa blanca abierta en el cuello, donde la pajarita deshecha añadía un guiño rebelde y muy sensual. El fajín liso en la cintura aportaba estructura y recordaba la tradición más pura del black tie, mientras que los pantalones, ligeramente cropped, dejaban ver unas medias negras finas y unos stilettos de puntera afilada que completaban la silueta con precisión.
Bianca Balti (Gtres)
Su maquillaje discreto y el peinado corto, perfectamente estilizado, daban protagonismo absoluto al outfit, creando un equilibrio entre fuerza, feminidad y modernidad. Balti brilló con un look impecable que demostraba que la seducción también puede venir en clave sartorial.
La mítica fábrica de sueños que es Cinecittà volvió a iluminarse anoche, pero esta vez no para rodar una superproducción, sino para rendir homenaje a un hombre que ha convertido la moda italiana en un manifiesto de belleza, ética y artesanía: Brunello Cucinelli. Entre decorados históricos y un ambiente casi cinematográfico, Roma celebró el legado del diseñador con una velada íntima, elegante y plagada de referentes del estilo contemporáneo. No era una gala más, sino una declaración de amor al slow luxury.