El partido entre Philadelphia 76ers y Golden State Warriors no parecía tener nada relevante más que de un partido igualado, pero en el último segundo de partido sucedió la magia. Un final con fallos, milagros y sacrificios. Como dicen, pese a ninguna situación, un jugador debe venirse abajo tras un fallo, y eso mismo aplicó Tyrese Maxey.
Con 97-98 los 76ers realizaron una gran acción defensiva para tener en sus manos la última posesión del encuentro. Maxey, con los 35 puntos que llevaba, fue el responsable de tener la que sería, a priori, la última jugada del partido. Buscó generarse espacio y tirar. La gran defensa de De’Anthony Melton provocó un tiro muy forzado el cual no tocaría ni aro pero… llegó de manera milagrosa V.J. Edgecombe para palmear el balón y poner uno arriba a los Sixers.
Con la euforia del tiro y a falta de 0,9 segundos para el final, Melton vio a todos los jugadores locales volcados y empezó a correr quedándose solo frente el aro. Recibió el pase y cuando ya se veía solo para anotar de manera sencilla y dar la victoria a los de San Francisco. Pero de la nada y tras hacer un ‘air ball’, Maxey replegó a una velocidad que pocos pueden y taponó sobre la bocina el tiro de Melton. Dando así la victoria a Philadelphia y siendo otra vez más, pese a su fallo, el héroe del equipo.
Tras este último segundo de partido de infarto, la victoria fue para los Sixers 99-98, siendo su segunda consecutiva y posicionándose séptimos en la Conferencia Este con un 12-9. en el caso de los de San Francisco, acumulan dos derrotas consecutivas y se encuentran octavos en la Oeste con un 11-12 negativo.
Destacados del partido
Maxey fue el mejor de los suyos con 35 puntos y ese tapón final. Edgecombe metió 10 con ese palmeo milagroso y Joel Embiid sigue cogiendo ritmo con 12 en 25 minutos.
Para los Warriors, Pat Spencer fue el máximo anotador con 16 puntos. Milton, Moses Moody y Buddy Hield también fueron esenciales en el ataque con 14 puntos cada uno.
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