La convivencia en Gran Hermano 20 dio un vuelco cuando Aquilino reconoció que tenía sentimientos por Paula. La amistad que habían construido desde el inicio se convirtió en algo más para él, aunque la confesión dejó a la concursante en una posición delicada, ya que mantiene una relación fuera.
En su charla más sincera, Aquilino admitió estar afectado por la situación y por la relación de Paula con su pareja. Incluso confesó sentirse molesto durante las galas. «Me piqué al ver que mandabas tantos saludos a tu novio en la gala«, le dijo abiertamente.
Paula, visiblemente agobiada, temía que José María estuviera interpretando mal lo ocurrido desde fuera. Insistió en que para ella Aquilino era solo un amigo y que no quería hacer daño a nadie. Esperaba poder hablar cuanto antes con su pareja para aclararlo todo.
La oportunidad llegó durante la gala, cuando Jorge Javier Vázquez la citó al confesionario. «Tienes noventa segundos exactos para hablar con una persona», anunció antes de darle paso. Al escuchar la voz de José María, Paula rompió a llorar e intentó tranquilizarlo desde el primer momento.
«Te quiero mucho. No quiero que sientas inseguridad, no quiero que sientas celos«, le aseguró. También le pidió comprensión hacia su compañero: «Quiero que también reces por él para que no lo pase mal por no corresponderle». José María respondió que, «aunque le cuesta hacerlo», está rezando por Aquilino.
Durante la llamada, él aprovechó para marcar límites. «Hay algunas cosas que hay que distanciar«, le advirtió. Más tarde, con Jorge Javier, confesó que le preocupa la situación y que algunas actitudes de Aquilino le han molestado: «Si de verdad quiere a Paula, lo mejor es verla feliz, ¿no? Y no lo está haciendo».