El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una nueva adenda, que debería ser la definitiva, del Plan de Recuperación, para la recta final de los fondos europeos que termina el próximo año. El nuevo texto renuncia a unos 60.200 millones de euros de préstamos con el objetivo de centrarse en los casi 25.000 millones de transferencias que tiene asignadas España, algo más del 30% del total que tenía España asignada. Esto es, solicitará unos 22.800 millones de euros, poco más del 27% de los créditos. En total, el Plan de Recuperación de España pasa a ser de 103.000 millones de euros, frente a los 163.000 millones que tenía disponibles.
Lo que no se conoce todavía es el detalle de los proyectos que se eliminarán del Plan de Recuperación. El Gobierno está ultimando la negociación del nuevo texto con la Comisión Europea, por lo que no ha dado muchos detalles sobre su contenido.
Lo que sí ha explicado el Gobierno es que los préstamos a los que renuncia España serán compensados con financiación nacional aportada por el Tesoro Público. El objetivo es mantener el impulso inversor y la financiación al tejido productivo soportada con recursos nacionales aprovechando la reducción de la prima de riesgo de España. El país se financia prácticamente igual que la Comisión Europea en los tramos largos, de modo que el beneficio de recurrir a los fondos europeos para los créditos era mínimo.
La nueva adenda también elimina algunos hitos importantes que el Gobierno tenía atascados desde el inicio del plan con el objetivo de que España pueda aprovechar el 100% de las transferencias asignadas. En concreto, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado dos la aprobación de la Ley del Suelo, que está bloqueada por el Congreso, y la Ley de la Autoridad del Cliente Financiero, que se está tramitando en el Congreso pero que también tiene muchas dificultades. En el caso de la Ley del Suelo, este hito se sustituye por la creación (ya completada) de la nueva empresa pública de vivienda (Sepes).
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J. J.
Lo que no ha podido hacer el Gobierno es eliminar uno de los hitos que más problemas le está causando: la subida del impuesto al diésel para equipararlo con la gasolina. El Ejecutivo trató de aprobar este compromiso hace ahora un año, pero el Congreso volvió a rechazarlo. La Comisión Europea ha rechazado eliminar este hito, por lo que España tendrá que aprobarlo si quiere recibir la totalidad de las transferencias.
La nueva adenda incluye la modificación o eliminación de, al menos, 160 hitos del plan. La mayor parte de estos cambios son técnicos para eliminar algunos requisitos que restaban operatividad a los fondos europeos y frenaban su ritmo de ejecución. Cuerpo ha explicado que la nueva adenda del Plan de Recuperación tiene tres objetivos fundamentales. El primero es la «simplificación de la carga administrativa». El segundo es el «refuerzo de nuevas inversiones» que se consideran prioritarias, y que incluyen 2.500 millones para la descarbonización o la contribución de 300 millones al programa europeo de supercomputación. Y el tercero, el «mantenimiento del grado de ambición del plan». Aunque el Gobierno renuncia al grueso de los créditos, estos instrumentos financieros seguirán activos, pero con financiación nacional.
«La brecha del coste de financiación con la Comisión prácticamente se ha cerrado»
Cuerpo ha anunciado una primera dotación de 13.000 millones de euros al ICO para mantener vivas algunos de los proyectos que inicialmente se pretendían financiar con fondos europeos. El ministro ha señalado que una de las ventajas de este cambio es que la financiación nacional evita los trámites burocráticos y legales que establece la Comisión (da más flexibilidad a España) y que permite su extensión más allá del año 2026.
«Los préstamos del plan de recuperación que pusimos como una red de seguridad, van a estar disponibles, pero con una red de seguridad nacional», ha subrayado Cuerpo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El Gobierno está ultimando los últimos detalles de la adenda con las instituciones europeas y espera tener la aprobación definitiva antes de Navidades. El calendario de pagos que está negociando Economía quedaría condensado en dos peticiones: una que podría realizar el Gobierno a inicios del próximo año y otra, al final del verano. Con estas dos entregas, España culminaría la ejecución del Plan de Recuperación.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una nueva adenda, que debería ser la definitiva, del Plan de Recuperación, para la recta final de los fondos europeos que termina el próximo año. El nuevo texto renuncia a unos 60.200 millones de euros de préstamos con el objetivo de centrarse en los casi 25.000 millones de transferencias que tiene asignadas España, algo más del 30% del total que tenía España asignada. Esto es, solicitará unos 22.800 millones de euros, poco más del 27% de los créditos. En total, el Plan de Recuperación de España pasa a ser de 103.000 millones de euros, frente a los 163.000 millones que tenía disponibles.