Qué pueden y qué no pueden hacer los médicos en servicios mínimos durante la huelga

Durante la huelga médica, el cumplimiento de los servicios mínimos se convierte en una pieza clave para garantizar la atención urgente e inaplazable. Según las directrices comunicadas a los profesionales, estos servicios aseguran la asistencia esencial, aunque no permiten mantener la actividad habitual de los centros sanitarios.

Los facultativos designados como servicios mínimos están obligados a cumplir esa asignación. Esto incluye asegurar la continuidad de tratamientos y cuidados críticos ya iniciados, como diálisis, oncología, cuidados intensivos o urgencias, siempre dentro del marco de actividades estrictamente recogidas como mínimas. Estar de huelga no exime de responsabilidad clínica: quienes trabajan en servicios mínimos deben atender a los pacientes asignados con profesionalidad, sin extender la jornada ni asumir cargas adicionales.

En paralelo, los médicos con servicios mínimos no deben reemplazar a compañeros que sí están secundando la huelga. El objetivo es no actuar como “escudo” que permita mantener una falsa normalidad asistencial. Tampoco deben asumir tareas administrativas, docentes o de gestión que no sean imprescindibles para garantizar la asistencia mínima establecida.

La jornada laboral no puede ampliarse por motivo de la huelga. Si la actividad asignada no puede completarse dentro del horario, debe comunicarse a la jefatura para que determine cómo proceder. En todo caso, los facultativos deben evitar decisiones clínicas arriesgadas o actuaciones que comprometan la seguridad del paciente ante la falta de recursos. Los Médicos Internos Residentes (MIR) también pueden ser incluidos en los servicios mínimos. Y, paradójicamente, en muchos centros, la presencia de profesionales en días no festivos de Navidad será incluso inferior a la fijada en esta resolución.

Claves sindicales para la huelga médica. De cirugías oncológicas al rol del MIR, informa Adrian Mateos