El ya habitual proceso de selección que la propiedad del Leganés, el holding estadounidense Blue Crow Sports, aplica a la búsqueda de sus cargos más relevantes, una suerte de ‘casting’ meditado y coral en el que participan varios departamentos del club, mantiene vivas las opciones de que Igor Oca, entrenador del filial e interino actualmente en el primer equipo tras el despido de Paco López, siga en el puesto y dirija a los pepineros en la visita que este sábado (18:30) rinden al líder, el Racing de Santander. Puede que incluso el preparador vizcaíno tenga opciones de ir más allá.
Ayuda que Oca, en su debut del pasado domingo, con apenas 48 horas de entrenamiento a sus espaldas, arañara un punto frente al Córdoba con los mimbres justos para competir. Había siete bajas que fueron ocho después de la lesión de Figueredo. Para el siguiente partido al menos el Leganés recuperará a Duk y Diawara. Algo es algo.
Límite legal
Ahora, un resultado sorpresa del Lega en El Sardinero podría incluso prolongar el debate sobre el banquillo y sobre el propio Oca, aunque ya debería abocarlo a una decisión definitiva: o ratificarlo como entrenador del primer equipo o sustituirlo por un nuevo técnico y devolver a Oca al filial. Porque el artículo 174 del reglamento general de la RFEF fija que los clubes tienen un “plazo máximo de dos semanas” para contratar a un entrenador tras el cese del que ya tenían.
Paco López fue destituido el jueves de la semana pasada. Así que los madrileños tienen hasta el jueves 18 de diciembre, que es justo cuando se cumplen los 14 días reglamentarios, para decidir si el interino deja de ser interino y pasa a ser definitivo. Esto implica que el partido contra el Sporting de Gijón con el que se cierra 2025 en Butarque (sábado, 20 de diciembre) tendrá, o un nuevo entrenador, o será el primero de Oca como dueño confirmado del banquillo del Leganés, algo que está todavía por ver, pero que seguiría el modelo de lo que ya sucedió con Carlos Martínez en 2024.
El ejemplo de Carlos Martínez
A falta de ocho jornadas para que terminara la temporada 2023-2024, el Leganés acabó cesando a Imanol Idiakez con el equipo muy cerca de los puestos de descenso y, ante la imposibilidad de encontrar recambio inmediato, apostó por Carlos Martínez, ex jugador pepinero y entrenador del filial, con la idea de que, si funcionaba el recambio, se mantuviera en el cargo hasta el final de curso, como así ocurrió: el extremeño salvó al equipo con excelentes resultados, aunque no fue suficiente para que continuara en el club. Semanas después se firmó a Borja Jiménez.
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Ahora, con una nueva dirección deportiva, los contactos de potenciales candidatos siguen, sin descartar el escenario de que Oca sea el escogido. La diferencia con el caso de Carlos Martínez es que resta aún más de media temporada por delante. Según ha podido saber As, gusta Rubén Albés, con el que ya se han producido contactos informales. Quien está descartado es Raúl, técnico mediático gusta en Butarque, pero que ni de lejos contempla dirigir ahora a los madrileños.
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