05/08/2025
Actualizado a las 17:05h.
Cádiz vuelve a situarse en el epicentro del debate sobre memoria democrática con la propuesta de cambiar el nombre del emblemático puente Carranza. Lo que a primera vista podría parecer un simple cambio de denominación, ha reabierto heridas del pasado y desatado una intensa discusión política, cultural y social en la provincia.
El origen del entresijo se encuentra en una iniciativa impulsada por colectivos de memoria democrática y recogida por el grupo parlamentario de Sumar, que puso sobre la mesa la necesidad de revisar la simbología del puente, bautizado originalmente en honor a José León de Carranza, alcalde franquista de Cádiz entre 1948 y 1969. Según estas asociaciones, el mantenimiento de ese nombre contraviene la Ley de Memoria Democrática, al rendir homenaje a una figura vinculada con el régimen dictatorial.
La propuesta fue elevada desde la Subdelegación del Gobierno en Cádiz a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que, a su vez, trasladó la solicitud al Ministerio de Transporte, titular actual del puente.
Rafael Alberti, posible opción
Aunque no hay una resolución oficial, desde distintos sectores se ha sugerido que el nuevo nombre podría ser Puente Rafael Alberti, en homenaje al célebre poeta del Puerto de Santa María, miembro destacado de la Generación del 27 y figura comprometida con la cultura y la libertad.
En declaraciones este martes, la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, ha confirmado el procedimiento seguido y ha valorado positivamente esta posible denominación: «Desde esta subdelegación se mantuvieron varias reuniones con colectivos y asociaciones relacionadas con la memoria democrática. Ellos mismos nos aportaron documentación motivada sobre la conveniencia del cambio del nombre. A partir de ahí, se trasladó la propuesta al Ministerio de Transporte, que es quien tiene la última palabra».
Sobre la propuesta concreta de Alberti, Blanca Flores -quien también es conocida por su compromiso con la cultura- ha sido contundente: «A mí me parece bien que se cambie. Rafael Alberti supone un referente cultural de la Generación del 27, que además nació en nuestra provincia, y por lo tanto es uno de los nombres adecuados».
Próximos pasos
Por ahora, la decisión final queda en manos del Ministerio de Transporte, quien deberá valorar las propuestas y dictar una resolución. Mientras tanto, el debate sigue abierto en Cádiz, entre quienes ven el cambio como un acto de justicia histórica y quienes lo consideran innecesario o incluso revisionista.
Lo cierto es que, más allá del nombre, el puente sigue tendiendo -o dividiendo- posturas sobre cómo se recuerda el pasado en el espacio público.
Enrique García Agulló: «Hay muchos nombres más históricos»
La polémica por el posible cambio de nombre del Puente Carranza sigue generando reacciones encontradas. A las declaraciones institucionales y las propuestas en clave de memoria democrática, se suman ahora las opiniones de voces relevantes del ámbito cultural y académico gaditano.
Uno de ellos es Enrique García Agulló, director de la Real Academia Hispanoamericana y exconcejal del Ayuntamiento, quien considera que, en caso de cambiar el nombre, debería hacerse valorando con más amplitud el peso de la historia local: «Mi absoluto respeto y admiración por Rafael Alberti, pero creo que en Cádiz hay muchas cosas históricas antes que él. No podemos limitarnos a cambiar un nombre por otro sin tener en cuenta todo lo que representa».
García Agulló, además, ha advertido que, en la práctica, la ciudadanía gaditana podría seguir utilizando el nombre tradicional, como ha ocurrido en otras ocasiones: «En Cádiz no vamos a decir los nombres nuevos. Al final, vamos a acabar usando los nombres que ya estaban, y que en su momento también llevaron su tiempo y consenso para decidirse».
Como posibles nombres para sustituir al de Carranza, García Agulló ha reflexionado que hay dos figuras con fuerte arraigo histórico y simbólico en la ciudad. La primera, Cristóbal Colón, por su vinculación directa con Cádiz: «Colón salió dos veces desde Cádiz en sus viajes a América, y una tercera desde Sanlúcar. ¿Por qué no su nombre?», se ha pregunta.
La segunda opción es la del Buque Escuela Juan Sebastián de Elcano, un símbolo naval estrechamente ligado a la bahía gaditana: «Cada año nos regala una de las estampas más icónicas del puente, cuando pasa por debajo al iniciar su travesía de instrucción y cuando regresa a casa. Es una imagen que todo gaditano reconoce».
Con estas aportaciones, García Agulló invita a abrir el debate hacia propuestas más consensuadas, que recojan la identidad plural de la ciudad y su legado histórico: «Lo que está claro es que si se cambia el nombre, debe hacerse con visión de ciudad y no con prisas ni por imposición ideológica».
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