Charlie Watts fue uno de los músicos más sobresalientes de The Rolling Stones. No lo fue precisamente por su actitud o su vida privada —algo que sí aplica a Mick Jagger y Keith Richards—, sino por su virtuosismo en la batería, que estaba relacionado con una sólida formación en jazz y blues. De todos modos, incluso los músicos más grandes se ven desafiados por sus propias canciones, y eso fue lo que le ocurrió con “Ventilator Blues”, incluido en el icónico álbum Exile on Main St.
Tal como lo indica el nombre del tema, se trata de un blues que incluye solos de piano, guitarras rugientes y un ritmo novedoso que se combina con una suerte de reggae. Estas particularidades rítmicas fueron las que lo convirtieron en una canción muy difícil de tocar. Así lo declaró el baterista en una entrevista de 2003 recogida por Far Out Magazine:
“Es una gran canción, pero nunca la tocamos tan bien como la original. Algo no sale del todo bien; o Keith la toca un poco diferente, o yo lo hago mal. Es un número fabuloso, pero un poco complicado. Bobby Keys escribió la parte rítmica, que es la parte inteligente de la canción. Bobby dijo: ‘¿Por qué no haces esto?’, y yo dije: ‘No puedo tocar eso’, así que Bobby se paró a mi lado aplaudiendo, y yo simplemente seguí su ritmo”.
Lo cierto es que muchas de las técnicas que funcionan en el estudio luego son muy complejas de replicar en vivo. Así, “Ventilator Blues” terminó siendo uno de los grandes momentos de este disco doble, aunque Watts siempre la recordó como un verdadero obstáculo.
La canción más difícil de tocar según Charlie Watts
Otro tema que tiene una historia similar a «Ventilator Blues» es “Mother’s Little Helper”. En el apartado musical, los Stones realizaron una interpretación que, por diversos motivos, siempre les costó volver a ejecutar. “A menudo hemos intentado tocar ‘Mother’s Little Helper’ y nunca ha sido bueno, nunca ha cuajado por alguna razón”, aseguró Watts en una entrevista.