El verano asturiano perderá en 2026 uno de sus grandes clásicos deportivos. El Torneo Tenis Playa de Luanco no se celebrará el próximo año, tras casi cuatro décadas de historia, una decisión motivada por la dimisión de su presidente, José María Ferrer, y por las crecientes dificultades que conlleva la organización del evento.
La suspensión de la 39ª edición, prevista del 26 al 29 de julio de 2026, fue acordada por el Comité Organizador —integrado por el Club Tenis Luanco y el Ayuntamiento de Gozón— en una reunión celebrada el pasado 18 de diciembre. Según explican desde la organización, el torneo se encuentra en un punto límite debido al esfuerzo personal que exige y a la falta de apoyos suficientes para asumir su actual dimensión.
José María Ferrer, presidente del Club Tenis de Luanco, ha explicado que la decisión responde, en primer lugar, a motivos personales y de salud. “Lo primero es la salud”, señala. De hecho, Ferrer ya había dimitido como director del torneo en ediciones anteriores y había delegado en su hijo, Carlos Ferrer.
Problemas con Costas
Más allá de su situación personal, el presidente apunta al desgaste acumulado por las exigencias administrativas, especialmente en lo relativo a los permisos de Costas. “Cada año volvemos a tener los mismos problemas con costas: la ocupación de la playa, el tránsito, el tiempo de montaje… Son muchas trabas”, explica.
Ferrer reconoce que, tras el éxito de público del año pasado, confiaban en que el camino sería más sencillo. Sin embargo, la realidad ha sido distinta. “Somos cuatro amigos llevando todo esto de forma amateur y llega un momento en el que no puedes más”, afirma.
Desde la organización subrayan que no se trata de una falta de voluntad ni de interés por parte del Ayuntamiento, con el que se han buscado alternativas, sino de la imposibilidad de compatibilizar un torneo de esta magnitud con la vida personal sin una estructura profesional. “Un evento así, tal y como ha crecido, es imposible sacarlo adelante de esta manera”, insiste Ferrer.
El futuro
Pese a la suspensión, la puerta no está completamente cerrada al futuro del torneo. El presidente considera que solo un parón podría permitir una reflexión profunda. “Me gustaría pensar que en 2027, con una organización profesional y todo solucionado, se pudiera retomar”, apunta, aunque reconoce que los parones largos dificultan mucho la recuperación de un evento de estas características.
Por ahora, Luanco se queda sin una de sus señas de identidad deportivas del verano, un torneo que durante casi cuarenta años ha convertido la playa de La Ribera en un escenario único del tenis nacional e internacional.