Carlos Alcaraz ha cumplido la promesa que se hizo tras conquistar el US Open 2024 el pasado 7 de septiembre. El tenista español ha compartido en sus redes sociales una imagen en la que aparece tatuándose dos de los lugares más emblemáticos de Nueva York: la Estatua de la Libertad y el puente de Brooklyn. La instantánea, publicada en un momento en el que el murciano se refugia del ruido mediático tras su ruptura profesional con Juan Carlos Ferrero, muestra cómo el deportista graba en su piel aquel memorable torneo en el que venció a Jannik Sinner en la final.

El nuevo tatuaje de Alcaraz se encuentra en la parte trasera de su brazo izquierdo y combina dos iconos neoyorquinos. Como es habitual, los comentarios y las bromas tanto por Twitter como por Instagram han corrido como la pólvora invitando al tenista a que se tatúe otros monumentos con algo más de raigambre española. Hay quienes le sugieren la Sagrada Familia o, incluso, la silueta de la basílica del Pilar. También hay internautas que creen que debería hacerse el Alcazar de Toledo, por el juego con su apellido, o algo más cercano de su origen murciano, acaso, el santuario de El Palmar, su ciudad natal.

El diseño del nuevo tatuaje de Alcaraz, que mezcla la silueta de la Estatua de la Libertad con el característico puente de Brooklyn, responde a un motivo: Nueva York fue el escenario donde el tenista logró su sexto título de Grand Slam, consolidándose como una de las grandes figuras del tenis mundial. La victoria ante el italiano Sinner supuso un hito más en la brillante trayectoria del murciano, quien a sus 21 años acumula ya media docena de grandes títulos.

Las imágenes compartidas por Alcaraz en sus perfiles sociales muestran al deportista acompañado de su entorno más cercano durante la sesión de tatuaje. Esta tradición de marcar en la piel cada conquista importante se ha convertido en una seña de identidad del tenista español, que utiliza este método para inmortalizar los momentos más significativos de su carrera profesional. 

Esta práctica comenzó cuando conquistó su primer US Open el 11 de septiembre de 2022, momento en el que decidió marcarse la fecha en la piel como recuerdo imborrable de aquel triunfo que le catapultó a la élite del tenis mundial. Desde entonces, cada gran victoria ha venido acompañada de una nueva marca en su cuerpo.

Cuando logró levantar el trofeo de Roland Garros el 9 de junio de 2024, el murciano optó por tatuarse la Torre Eiffel junto a la fecha de aquella memorable jornada en París. El monumento francés, símbolo indiscutible de la capital gala y del torneo sobre tierra batida más prestigioso del mundo, quedó grabado en su piel como homenaje a su primera victoria en la Philippe Chatrier. 

En 2023, tras conquistar su primer título en Wimbledon, Alcaraz decidió marcarse la fecha del triunfo en la catedral del tenis. Aunque en aquella ocasión no optó por ningún elemento arquitectónico londinense, sí dejó constancia del día exacto en que logró imponerse sobre la hierba británica. Esta colección de tatuajes se ha convertido en un diario visual de su carrera, un mapa corporal que documenta cada uno de los hitos que va alcanzando en su trayectoria deportiva.