“Soy un ser en constante evolución y descubrimiento; un culo inquieto”. Así se define la periodista gijonesa Lara Álvarez al inicio de su entrevista más íntima para el podcast “A solas con” de Vicky Martín Berrocal. La última etapa de la gijonesa no ha sido fácil. Muchos cambios y un reto personal: convivir con su personalidad “cambiante, muy de picos” y aprender a estar a solas y “tomar un café con mis demonios”.

Álvarez está en un momento de “aceptación” y dejar atrás el dolor que sufrió cuando era niña. Siempre ha tenido el apoyo de su familia, donde encuentra su refugio cuando todo está mal. A los nueve años sufrió bullying tras su paso por el concurso de televisión “Menudas estrellas”, al que logró entrar tras superar a otras compañeras en el casting. A la vuelta del “talent” nadie le hablaba y comenzó el acoso. “En el recreo me tenía que esconder en el baño para evitar que me tirasen balones o piedras”, recuerda. Terminó por cambiar de colegio.

Su salida de Supervivientes

“Todavía estoy descubriendo mi propósito en la vida”. Lara Álvarez confiesa que lleva dos años trabajando para conocerse más y aprender a dejarse llevar más por la intuición que por la razón. “Cuando pienso demasiado la cago”, confiesa en susurros en relación a decisiones laborales que ha tomado por “no ser desagradecida”.

Su carrera televisiva ha sido un éxito, sin embargo, era más de radio que de pantallas. Hasta que un día, cuando estudiaba periodismo, Jesús Hermida, su profesor de “tele” le dijo “señorita Álvarez, usted ha nacido para esto”. Empezó con Nieves Herrero en la radio y pronto se abrió paso en el mundo de la televisión.

Se convirtió en un personaje muy querido por la audiencia, pero se dio cuenta que debía tomar una pausa. “No todo el mundo es Nieves Herrero, ni te guía a tu favor o te tiene en cuenta”, explica. Su salida de “Supervivientes”, en Telecinco, ha sido una de las decisiones más difíciles de su carrera. Se sintió culpable, aunque sabía que era momento de pasar a otro capítulo de su vida.

“Dejé Mediaset sin tener un trabajo fuera”, confiesa. Sintió miedo.

-¿Cómo se toma una decisión así?

La pregunta de Vicky no pilla por sorpresa a Lara, que admite que la solvencia económica que logró gracias a su trabajo fue decisiva para poder dejarlo. Y lo hizo tras escuchar a su cuerpo. Sus pensamientos eran así: “esto no me deja dormir, pero es que soy yo que soy una desagradecida”, “siento que me tengo que ir, pero me voy a quedar”.

Álvarez dejó de ser ella misma para seguir las órdenes del director del programa. Así lo vivió: “Yo creo que esto no es así, pero voy a confiar en la persona que sabe de televisión. Yo creo que no deberías de cambiar mi manera de decir esto, pero como eres el director… yo creo que por ponerme un traje más ancho o un flequillo que me tape la cara estás intentando transmitir un físico…”

Su tatuaje y el amor

Se hizo un tatuaje con su hermano para recordarse lo fáciles que pueden ser las cosas si sigues la intuición. Dice “keep it simple” (hazlo fácil).

Lo aplica al trabajo y al amor. “Llevo mucho tiempo estando muy cómoda sola”, dice sobre su vida sentimental. Ha tenido varias relaciones, pero la relación que busca hoy es con ella. “He estado muy expuesta públicamente y quiero buscar mi propia historia”, asegura.

“Mi abuela es mi maestra”

Lara Álvarez se emociona al recordar a su abuela, “mi maestra”, como ella la define. Siempre lleva con ella un espejo y un cepillo de su abuela. La recuerda “disfrutona” como una niña. Quiere ser como ella y está segura que la guía porque ahora la asturiana lo dice alto, claro y entre lágrimas: “Soy feliz”.

“Hija, sé feliz, estamos de paso” es la frase que siempre le repetía y que ahora Lara Álvarez lleva por bandera.