Ni la Navidad ni el invierno frenan la guerra en Ucrania. Rusia sigue con su invasión, sin tregua, y el lado diplomático también se mueve: de hecho, este miércoles el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha presentado su plan retocado de 20 puntos para la paz -con la base de la idea de Donald Trump- y se ha abierto a que Kiev retire sus tropas del Donbás con la condición de que Vladimir Putin haga lo mismo y se cree una zona desmilitarizada, algo que ya se planteaba de alguna manera en la primera versión de la hoja de ruta. De hecho, espera que la nueva versión del plan dé paso a contactos inmediatos entre Washington y Moscú.
Por otro lado, ha dejado claro que el país puede celebrar en paralelo unas elecciones -no se dan desde 2019 por culpa de la guerra- mientras siguen las conversaciones para la paz y se vota un posible acuerdo para poner fin al conflicto. «Ucrania someterá este acuerdo para ser ratificado por el Parlamento o celebrará un referendo a nivel nacional para su aprobación con el formato ‘sí’ o ‘no’. Ucrania podría decidir celebrar elecciones de forma simultánea con el referéndum«, comentó Zelenski.
Eso sí, Ucrania necesita que la Rada haga una excepción a la ley marcial, que sigue en vigor, para poder celebrar unos comicios, algo que a Zelenski le reclama desde hace tiempo Donald Trump. Él pone condiciones para evitar injerencias rusas, pero no se cierra al paso por las urnas siempre que esa vía tenga el respaldo parlamentario necesario. «Si no hay seguridad, la legitimidad será cuestionada. Explicamos todo esto a nuestros socios», avisó el presidente ucraniano.
La idea de Kiev dibuja, en realidad, una foto futura que ya era conocida: mantener las líneas del frente tal cual están ahora mismo, con el Donbás despejado y en base a eso firmar el acuerdo de paz. Es algo que ya describió con buenos ojos el exministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en una entrevista con 20minutos. «No tenemos los recursos para expulsar a Rusia de los territorios ocupados en este momento. Pero podemos llegar a una situación en la que no tengamos que reconocer la propiedad de Rusia sobre los territorios ocupados. Y quiero enfatizar que estoy hablando de un alto el fuego, porque no creo que esta guerra termine mientras Rusia siga creyéndose un imperio», explicó al respecto.
«Estoy preparado para hablar del borrador, un documento básico sobre el fin de la guerra, un marco político entre nosotros, Estados Unidos, Europa y los rusos«, sostuvo el presidente ucraniano, según la agencia ucraniana Ukrinform. Pero no todo está atado: «Hay algunas cuestiones que todavía deben resolverse», avisó, matizando que su propuesta se trata, de momento, de un «marco político» para avanzar en las conversaciones.
Supervisión internacional y la paz sobre la línea de frente
Los 20 puntos del plan contemplan un acuerdo de no agresión entre Rusia y Ucrania, respaldado por un sistema de verificación internacional y sustentado en una serie de garantías de seguridad. Entre ellas figura la existencia de un Ejército ucraniano de 800.000 efectivos (ahora cuenta con unos 2,2 millones, incluyendo reservistas) y compromisos jurídicamente vinculantes por parte de Estados Unidos y otros aliados para ofrecer una protección equivalente a la del Artículo 5 de la OTAN, que se refiere a la defensa mutua. Estos elementos los pactó el propio Zelenski con varios socios europeos hace algunas semanas en una reunión en Berlín.
En cuanto al asunto más delicado, las reclamaciones territoriales de Moscú sobre todo en el este de Ucrania, el presidente Zelenski admitió que actualmente se barajan dos escenarios, aunque Kiev se inclina por el primero, que consistiría en congelar la línea actual del frente. La segunda opción implicaría la creación de una o varias zonas económicas especiales en la parte de la región de Donetsk que aún está bajo control ucraniano pero que Rusia reivindica, una posibilidad que solo se consideraría tras la obtención de garantías de seguridad suficientes. «Si se toma esta decisión, se firmará un acuerdo separado entre Ucrania, EEUU y Rusia que determinará el estatus de la zona económica especial y los pasos que darán las dos partes del conflicto de manera equivalente para retirar sus fuerzas», explicó.
Zelenski aclaró, eso sí, que dicha zona económica especial estaría administrada por Ucrania incluso si sus tropas se retiran, y subrayó que sería necesaria la presencia de fuerzas internacionales para evitar la entrada de «ni ‘hombrecillos verdes’ ni personal militar ruso disfrazado de civiles». Además, recalcó que una medida de este calibre solo podría validarse mediante un referendo. Por último, el mandatario señaló que el plan no incluye referencias a la adhesión de Ucrania a la OTAN, una decisión que, recordó, depende exclusivamente de los países miembros de la Alianza, que por ahora no contemplan esa posibilidad.
Otro punto importante para Rusia también se recoge en el plan, según Zelenski: Ucrania seguirá siendo un Estado libre de armas nucleares de acuerdo con lo establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Por lo tanto. la central nuclear de Zaporiyia será gestionada de forma conjunta por los tres países: Ucrania, Rusia y Estados Unidos. Esto todavía tiene que matizarse pero el presidente ucraniano aseguró que no tiene «intención de hacer negocios directamente con Rusia» después de la guerra.
Ucrania seguirá siendo un Estado libre de armas nucleares de acuerdo con lo establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares
También entra en juego el tema cultural, y así lo explicó Zelenski. «Ambos países se comprometen a implementar programas educativos en las escuelas para promover la comprensión y la tolerancia entre las diferentes culturas y eliminar el racismo y los prejuicios. Ucrania aplicará las normas de la UE sobre tolerancia religiosa y protección de lenguas minoritarias», aseguró.
Zelenski mostró también su agradecimiento a la UE por el apoyo, días después de que los líderes pactasen emitir deuda común europea para financiar las necesidades de Kiev para 2026 y 2027 con 90.000 millones de euros. «Valoramos enormemente el apoyo de la Unión Europea a Ucrania en este momento diplomático, decisivo en muchos aspectos. Actualmente se están llevando a cabo negociaciones que pueden cambiar radicalmente la situación, y es esencial ejercer la presión adecuada sobre Rusia en aras de la paz: una presión conjunta de todos los socios», sostuvo el presidente.
Los aliados de Kiev quieren que tenga «la posición más fuerte posible» en la mesa, y por eso la pasada semana la UE dio un paso importante con el acuerdo de un préstamo «sin intereses» mediante deuda común, para el corto plazo, que permita reforzar el apoyo a Ucrania mientras se busca el encaje definitivo del uso de activos rusos congelados, que es la ‘madre’ de todos los debates. Esta ‘tercera’ vía supone una mezcla entre las dos que había propuesto Bruselas y aplaca los recelos de Bélgica (que alberga el 62% de esos activos, que ascienden a 210.000 millones) de un lado y de los países que tienen dudas en cuanto a las garantías que se puedan dar al recurrir a los fondos de Moscú confiscados en territorio europeo.
El frente bélico sigue muy activo y de hecho planta industrial situada en la región rusa de Tula, en el oeste del país, se vio afectada por un incendio tras un ataque con drones lanzado este miércoles por las fuerzas ucranianas, sin que hasta el momento se hayan reportado muertos ni personas heridas. El gobernador regional, Dimitri Miliaev, explicó que aunque la Fuerza Aérea logró derribar más de una decena de aeronaves no tripuladas, restos de algunos de estos dispositivos cayeron sobre las instalaciones fabriles, lo que terminó desatando el fuego.
Rusia no tiene prisa
Moscú, en cambio, no tiene prisa tras el paso dado por Zelenski. El Kremlin prevé retomar en el corto plazo el diálogo con Washington sobre una posible salida negociada a la guerra en Ucrania, después de que el enviado especial ruso, Kirill Dimitriev, informara al presidente Vladimir Putin de los contactos mantenidos recientemente en Miami. Pero no hay una fecha concreta para la reanudación.
Según explicó el portavoz presidencial, Dimitri Peskov, Moscú se encuentra ahora en fase de evaluación y «formulará su propia posición sobre un posible acuerdo para solucionar el conflicto ucraniano en base a la información obtenida por Dimitriev durante el viaje a Estados Unidos». En este sentido, Peskov subrayó que «Dimitriev ya ha tenido la oportunidad de informar al presidente de los resultados de su viaje. En base de la información recibida por el jefe de Estado formularemos nuestra posición y continuaremos manteniendo contactos en un futuro próximo a través de los canales que siguen disponibles», de acuerdo con declaraciones recogidas por la agencia estatal TASS.