La batalla entre Wout Van Aert y Tadej Pogacar en Montmartre forma ya parte de los libros de historia del ciclismo. Belga y esloveno protagonizaron una emocionantísima carrera por los adoquines parisinos a lo largo de los cuatro pasos por el icónico tramo en la que el primero terminó imponiéndose con contundencia para ser el primero en cruzar la línea de meta en la última etapa del Tour de Francia 2025.
La llegada a París apuntaba a ser un paseo triunfal para un Pogacar que ya se sabía ganador de su cuarto Tour, pero la introducción de Montmartre en el recorrido terminó amargando la coronación del ‘Pequeño Príncipe’. Van Aert vio la oportunidad de explotar las debilidades del fatigado líder del UAE para apuntarse su décima victoria de etapa en la ‘Grande Boucle’ y, de paso, regalarle la clasificación por equipos a su Visma.
Medio año después de su hazaña, Van Aert desgranó las claves de la victoria en el podcast Inside the Beehive. Tumbar a un coloso de la talla de Pogacar requería de una estrategia muy sólida, pero también de alguna que otra decisión arriesgada que el belga no dudó en tomar.

Van Aert celebra la victoria tras su paso por meta en la última etapa del Tour de Francia 2025 / EFE
«Ese día tenía mucha confianza en la bicicleta, tenía las piernas bien, asumí algunos riesgos en los últimos kilómetros, pero sentía que todo estaba bajo control«, confesó un Van Aert que impuso su experiencia en las clásicas de primavera para ‘volar’ sobre el adoquín mojado de Montmartre. «Estaba resbaladizo, pero no tanto como se podría pensar».
Más allá de su buen hacer en este tipo de terrenos, Van Aert tomó una decisión antes de comenzar la carrera que terminó jugando un papel fundamental en su victoria final. «La carrera es muy corta, con un tramo fácil al principio, así que decidí usar neumáticos anchos con muy baja presión para ahorrar energía«.
La apuesta por este tipo de rueda fue la que permitió a Van Aert escaparse en solitario en la última subida al Montmartre, soltando a un Pogacar que nada pudo hacer para reducir la brecha entre ambos. «Estuve tan concentrado en mi esfuerzo hasta la última recta que solo entonces me di cuenta de lo lejos que iba«, admitió el belga.