Justin Bieber compartió el miércoles 24 de diciembre una serie de publicaciones en Instagram en las que reflexionó sobre su vida personal, su proceso de sanación y su experiencia dentro de la industria musical.
El artista acompañó el mensaje con textos extensos, imágenes personales y referencias a sus creencias religiosos.
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En su primera publicación, Bieber señaló que la Navidad es un momento propicio para la introspección.
“La Navidad es el momento de reflexionar y preguntarnos qué queremos realmente. ¿Qué nos llena de verdad?”, escribió el cantante.
En ese mismo mensaje, el artista se refirió al significado religioso de estas fechas y afirmó que la Navidad es “un recordatorio de Jesús y del don gratuito del perdón que solo él puede ofrecer”. También reconoció que, desde su experiencia personal, dejar atrás el resentimiento no ha sido un proceso sencillo.
“Espero que donde quiera que estés puedas apoyarte en este amor que nos encuentra exactamente donde estemos, sin importar lo que pase”, expresó Bieber en otra parte del texto.
El cantante recordó que vivió situaciones en las que se sintió “utilizado” y “apresurado”. Foto:Instagram: @lilbieber
Recuerdos de una infancia dentro de la industria musical
La publicación incluyó una captura de varias páginas de notas tituladas “Un mensaje”.
En ellas, Bieber reflexionó sobre su crecimiento dentro de la industria del entretenimiento desde una edad temprana.
“Crecí en un sistema que recompensaba mi don, pero no siempre protegía mi alma”, escribió.
El cantante recordó que, tras alcanzar el éxito con su EP ‘My World’ en 2009, vivió situaciones en las que se sintió “utilizado” y “apresurado”.
“Hubo momentos en los que me sentí moldeado en algo que no elegí completamente”, añadió, al explicar que ese tipo de presión deja heridas que no siempre son visibles para el público.
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Dolor, enojo y un proceso de perdón
Bieber también habló de las consecuencias emocionales de esas experiencias. Escribió que cargó durante años con enojo y cuestionamientos.
En ese mismo contexto, afirmó que su fe ha sido un elemento central en su proceso de sanación. “Jesús sigue encontrándome en medio del dolor, sin excusar lo que me hirió, sino enseñándome a no amargarme”, escribió.
El cantante añadió que atravesó “un dolor que me moldeó antes de poder expresarlo con palabras” y que estuvo en un sistema que, según sus palabras, “le quitó más de lo que lo protegió”.
Un llamado a transformar la industria musical
Lejos de plantear una crítica destructiva, Bieber expresó su deseo de cambio. “No quiero destruir la industria musical. Quiero verla renovada: más segura, más honesta, más humana”, escribió en el mensaje compartido en Nochebuena.
También aclaró que, aunque no salió ileso de sus experiencias, su dolor ya no lo define. “No hablo como una víctima que aún sangra, sino como alguien restaurado”, afirmó el ganador del Grammy.
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Aproximadamente una hora después de su primer mensaje, Bieber publicó una segunda entrada en Instagram, esta vez sin pie de foto. Más tarde, compartió dos fotos: uno en primer plano, mirando hacia un lado, y otro en el que aparece sonriendo frente a una chimenea encendida.
Ese mismo día, el artista también publicó una imagen de su hijo Jack Blues, de 16 meses, subiendo a un avión privado con un gorro rojo de Papá Noel y un suéter a juego.
JOS GUERRERO
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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