Carlos Sobera y todo el staff de First Dates celebraron la Nochebuena con un especial del programa de Cuatro recibiendo a varios comensales con sus respectivas historias de amor.

Antes del recibirles, el presentador quiso reunió a Lidia Santos, las gemelas Marisa y Cristina Zapata y Matías Roure: «No sabéis con quién me he encontrado antes de abrir el restaurante…», les dijo.

«¡Con el mismísimo Papa Noel! Y nos ha dejado unos regalitos que tenemos que abrir. Su visita nos recuerda que la ilusión hay que mantenerla viva a cualquier edad», señaló.

Sobera añadió que «el amor es un poquito como la magia, no se ve, no hay que entenderlo, solamente hay que disfrutarlo. Por eso vamos a llenar el restaurante de magia y amor».

Una de las citas la protagonizó Lucio, que ya pasó hace unos años por First Dates en busca del amor… y vaya si lo encontró. Tanto, que esta Nochebuena regresó al restaurante con un objetivo muy distinto: pedir matrimonio a su pareja

El comensal le confesó al presentador que tenía grabada la fecha en el corazón, ya que lleva exactamente «dos años, un mes y 11 días» junto a Inés.

Desde el primer instante, aseguró, que ella le robó el corazón y tras su cita inicial fueron hablando, buscando huecos para verse y mantener viva la conexión.

A comienzos de verano, la distancia se volvió insostenible y Lucio decidió mudarse para estar con ella. Por eso, el comensal decidió que el mejor día para dar el paso definitivo era en Nochebuena.

Inés entró por la puerta con una sonrisa enorme, preparada para disfrutar de una cena especial, sin imaginar la sorpresa que le esperaba. Para ella, Lucio es alguien único: «Cariñoso, comprensión, detallista… hablamos de todo. Siempre está para apoyarme».

Sobera acompañó a la pareja hasta una sala más íntima, la terraza, mientras el presentador y las camareras se convierten en testigos privilegiados del gran momento. 

La velada avanzó entre confidencias hasta que Inés descubrió un regalo y preguntó, sorprendida: «¿Esto es para mí?».  En ese momento, Lucio hincó rodilla y le formuló la pregunta que llevaba tiempo deseando hacer.

«Inés, ¿me harías el grandísimo honor de concederme tu mano en matrimonio?», le preguntó a su pareja. Ella no lo dudó: «Eres el amor de mi vida. Por supuesto, cariño», le dijo antes de sellar el instante con un beso y un baile al ritmo de Perfect, de Ed Sheeran.

Ya más tranquila, Inés reconoció que jamás habría imaginado una pedida así: «Ni en mis mejores sueños la habría imaginado de este calibre», admitió.

Para cerrar una noche inolvidable, miró a Lucio y para dedicarle unas palabras: «Estas Navidades las vamos a pasar juntos y quiero pasar el resto de ellas a tu lado. El año que viene seremos marido y mujer«, concluyó.