«Este será mi último año», comentaba con naturalidad Fernando Ruiz «Fer» antes de arrancar la pretemporada con el Balonmano Caja Rural Zamora, equipo del que es toda una leyenda. Palabras que llegaban poco después de anunciarse su renovación con el club de Viriato, en el que disfrutará su vigésima temporada con 41 años.

«Reconozco que este año, a título personal, me ha costado un poco más decidirme a continuar. Ya son 41 años los que tengo y se notan»; indicaba el veterano pivote curtido en mil batallas, confesando que «al final» le convencieron «para seguir echando una mano» en todo lo posible, como siempre ha hecho. Una contribución generosa que ve limitada por la edad, lo que le llevó a decir: «para mí va a ser el último año, lo tengo bastante claro».

El anuncio del adiós sonó precipitado y, quizá, a final de temporada el pivote acabe con más gasolina en el tanque de la que cree. Aun así, pieza clave en los éxitos del Balonmano Zamora a lo largo de los últimos tiempos, Fer dejaba una nota positiva a esa voluntad por echar el cierre a su carrera. «La gente joven viene con fuerza, está entrando al equipo, principalmente los de Zamora. Entienden la identidad del club», aseguraba, dando a entender que ve relevo en una plantilla que, a él, personalmente le genera «ilusión».

«Para mí, la clave de un grupo, al fin y al cabo, es la confianza y la unión. Siempre tiro de nostalgia, de las épocas buenas que vivimos y las altas cotas a las que llegamos. La clave de aquel éxito era el vestuario, seguir juntos año tras año», recordaba, dando valor al hecho de haber mantenido a la gran mayoría de jugadores que defendieron la elástica pistacho con él la temporada anterior. «Luego están los pequeños detalles», explicó a continuación, puntualizando: «pero, al final, siempre está el grupo y el núcleo. Contar un año más con el mismo núcleo, eso nos permitirá no partir de cero y será una fortaleza más para el equipo».

A ese equipo espera contribuir Fernando, como siempre, aplicándose en defensa al máximo. Y lo hará no solo por esos valores de compromiso y pasión que forjó junto a sus compañeros al escudo del Balonmano Zamora, también por buscar el adiós ideal a su etapa como jugador. «Tengo gran ilusión, estoy con muchas ganas de ayudar e intentar cumplir el objetivo, para retirarme de la mejor manera posible que es con un ascenso», subrayó el pivote, sin olvidar poner por delante a los demás que a sí mismo: «quiero dejar al club en la categoría de la que nunca tuvo que irse».