La artista alemana Evelyn Hellenschmidt presenta en el Museo Adolfo Suárez y Transición, en Cebreros, hasta el próximo 3 de marzo una obra íntima y personal.

En palabras de Javier Nomblot, crítico de arte del periódico ABC, «su trabajo es un discurso de la intimidad, la meticulosidad, el ensimismamiento y el trance; busca siempre las estructuras mínimas, la pureza geométrica y la liviandad de lo esquemático, indaga en la circularidad de la existencia, en la necesidad de lo familiar y concibe, en suma, el reencuentro como forma única y verdadera de encuentro».

A través de los ojos de la artista, se puede contemplar una colección de obras, fotografías y esculturas privadas que nos lleva al pensamiento más íntimo de la protagonista. Las obras tienen un significado muy especial, están vinculadas con la vegetación, el crecimiento y las desviaciones o giros vitales voluntarios, así como paisajes circunstanciales.

La artista concibe que el poder, la voluntad y la capacidad que tiene el ser humano de tomar decisiones define la vida de los individuos  y de los que nos acompañan o a los que se representa. En pensamientos de Evelyn, «lo que se decida, está relacionado y marcado por acontecimientos del pasado, influenciado por el entorno y las consecuencias de estas se proyectan hacia el futuro, tanto en la política como en la vida de un sujeto particular.

obras. En la exposición se evoca a la reflexión personal, en torno al crecimiento personal de cada persona dependiendo de las decisiones que se toman. «Para que las decisiones sean trascendentes, hay que alejarse de lo conocido, y estar dispuesto a ir por caminos de tribulaciones y soledades».

Esta muestra representa una pequeña selección de obras, que dialogan con la reflexión si una yuxtaposición en la vida de un político y un artista plástico es posible. En las esculturas, la elección del material y técnica empleada son fundamentales para entender el discurso austero de la forma y contenido.