Jueves, 7 de agosto 2025, 08:50
| Actualizado 08:56h.
-¿Qué valoración hace de un Eurobasket U18 que culminó con la medalla de oro para España con usted como seleccionador?
–Creo que la valoración del torneo que podemos hacer es de casi perfecto porque es muy complicado hacer uno como hemos hecho y dando este nivel de baloncesto tanto en ataque como en defensa también. Al final, hemos ganado seis de los siete partidos por más de 20 puntos y, aunque parezca fácil, no lo ha sido porque nos hemos enfrentado a muy buenos equipos, entre ellos Italia, que era el actual subcampeón del mundo de esta generación, Letonia, que luchó por el bronce, y finalmente contra Turquía, que también fue semifinalista del Mundial del verano pasado y precisamente nos eliminó a nosotros en el último segundo. Evidentemente después a Francia, que era una de las grandes favoritas junto con Lituania y la misma Italia. Por eso, creo que ha sido un torneo casi perfecto, por no decir perfecto que nunca existe.
–No sé si ha tenido tiempo de volver a ver el vídeo de la final entre el regreso a España y los agasajos. Cuando se vio con una desventaja de ocho puntos a falta de 40 segundos para el final (se pasó del 71-79 al 82-81), ¿cómo se levanta ese partido?
–No he visto el partido todavía, pero me lo voy a descargar para verlo en el vuelo este jueves, que cojo una semana para desconectar un poco. Haciendo un poco de memoria de ese último minuto o de esos últimos 40 segundos, no te voy a engañar que la gran mayoría lo veíamos perdido por cómo estaba. Aunque suene a tópico, esto es baloncesto y sabemos que en un segundo puede cambiar todo y, más concretamente en esos 40 segundos, a medida que fueron sucediendo determinadas cosas te lo ibas creyendo un poco más. Ese hilo de esperanza que tenías se iba aumentando a medida que recuperabas un balón, que metías un triple, que fallaban un tiro libre, que volvías a anotar, que volvían a fallar un tiro libre… Bueno, creo que las sensaciones ahí y lo que se te pasa por la cabeza es un poco eso.
–Su pizarra con la jugada ‘nariz’ a falta de 1,2 segundos para el final (España perdía por 79-81) y que propició que Guillermo del Pino convirtiera el triple de la victoria sobre la bocina ya queda para el recuerdo…
–Desde que está Sergio (Scariolo) se sigue un mismo playbook (libro de jugadas) en la Federación para que cuando los jugadores lleguen o tengan la posibilidad de estar en el primer equipo haya una continuidad desde atrás. Esta jugada estaba en ese playbook evidentemente, con un pequeño detalle que yo añadí para liberar un poco más el tiro, pero en lo que es la jugada lo que sale muy bien es el timing (el tiempo óptimo) y cómo va todo. Evidentemente siempre tienes que entrenarla o nosotros llevábamos entrenándola en todos los entrenamientos del campeonato porque nunca sabes cuándo te va a hacer falta y, además, sin un tiempo muerto. Posiblemente con un tiempo muerto no hubiese salido tan bien. Entonces, estaba más que entrenado y los jugadores sabían perfectamente lo que había que hacer y lo que buscábamos.
Un éxito para reivindicarse
«Hay que mantener siempre los pies en el suelo, celebrarlo, pero sabiendo que no se puede parar»
–Ahora que está tan presente la fuga de talento de los equipos españoles con destino a la liga universitaria NCAA, ¿qué destaca de esta generación?
–Destaco el nivel de competitividad que tienen, ese gen competitivo. Después, independientemente de que haya jugadores a nivel individual con ese talento que llamamos en cuanto a lo deportivo, el talento competitivo es mucho más importante porque el ser competitivo como fueron estos chicos en los últimos 40 segundos, muy pocos jugadores o selecciones lo tienen. También la fuerza del grupo, creo que creamos un grupo y una energía dentro de lo que era el staff y los jugadores que se transmitió en cada partido. Ese fue el plus que teníamos con respecto a otras selecciones.
–Una temporada inolvidable a nivel personal porque logró el ascenso con el Palmer Mallorca a la Primera FEB también…
–Sí, creo que poco más puedo pedir. Haber terminado esta temporada como la he terminado con este oro en el Europeo y viniendo de un ascenso directo después de una temporada como la que hicimos también con solo tres derrotas en la liga regular y ascendiendo directo, pues poco más se puede pedir. Ahora lo único que queda es asimilar todo esto que ha pasado y sentirte afortunado y agradecido de poder haberlo vivido y ser tú el máximo responsable de todo lo que haya pasado.
España U18 festeja a lo grande el triunfo continental.
FIBA
-Los entrenadores comentan mucho que esta profesión es una montaña rusa. Tras una mala experiencia con el Palencia en la Liga Endesa le vino esta campaña con la selección U18 y el citado ascenso. Esto da muchas vueltas…
-La vida da muchas vueltas en general. Nuestro trabajo es así principalmente, tienes buenos momentos y otros no tan buenos, pero es lo que le digo a los jugadores y entrene a quien entrene, no es lo que te pase sino lo que hagas con lo que te pase. Creo que lo pasó en Palencia tenía que pasar y ya está, no hay que darle mayores vueltas. Lo realmente importante es lo que hice con lo que me pasó en Palencia, que fue sacar un aprendizaje y aprovechar ese despido para poder tener la oportunidad de ir a ver a diferentes entrenadores y seguir formándome y creciendo como entrenador, que tengo que seguir haciéndolo porque tengo que mejorar muchas cosas, pero es eso al final. Por eso, hay que mantener siempre los pies en el suelo, celebrarlo y sentirte agradecido, pero sabiendo que aquí no se puede parar y que siempre tienes que estar queriendo mejorar.
¿Entrenar al Granca o al CB Canarias?
«Si eso pasa, como con todo lo que me ocurre, estaré agradecido y me sentiré afortunado»
–Usted es de Maspalomas y estuvo como asistente en el La Laguna Tenerife durante diez cursos. ¿Tiene la ilusión de entrenar al citado CB Canarias o al Granca a corto, medio o largo plazo?
–Yo soy de San Fernando y empecé a entrenar ahí. Jugué en el Salesianos y en el Unelco Las Palmas. Mi hija nació aquí (Tenerife) y llevó casi 23 años aquí, pero evidentemente mi infancia la pasé en Gran Canaria y a mi familia y a mis amigos de toda la vida los tengo ahí. Aparte tengo muy buenos amigos en el Granca. Bueno, eso no va a depender de mí. Si eso pasa, como con todo lo que me pasa, estaré agradecido y me sentiré afortunado, pero evidentemente lo único que depende de mí es hacer mi trabajo lo mejor posible, de la mejor forma que sepa y, si llega ese momento en el que uno y otro deciden que yo tengo que ser el entrenador o que confían en mí, será con la máxima ilusión sea donde sea.
–Ahora que es técnico en los combinados de formación de la FEB. Fran Guerra y Miguel Allen son los únicos canarios en la Liga Endesa. La mayoría están en las categorías FEB, como Óscar Alvarado, Alejandro López o Christian Díaz, entre otros. ¿Qué falta para que haya más canarios en la élite nacional?
–Ahora mismo no tengo tan controlado al jugador canario. No teníamos ninguno en la U18. No sé si es porque se están yendo a lo que es universidades sin haber tocado las categorías de formación, pero creo que siempre lo que nos ha faltado es dar ese paso de salir de la zona de confort, es la sensación que tengo. Son pocos los que lo han hecho y los que lo hicieron en su momento son los que se siguen manteniendo ahí un poco a nivel profesional. Entonces, en cuanto a la formación no puedo opinar porque no sé cómo entrenan en ninguna isla. No puedo hablar de lo que nos hace falta en cuanto a eso, pero igual sí creo que tendríamos que hacer las maletas más a menudo, por así decirlo.
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