Es algo más que una herencia bien invertida. El caso de Marina y Rafael, la pareja que decidió darle un nuevo aire a la casa de sus abuelos hasta hacerla referencia del tiempo actual. Su ‘obra milagro‘ está en Cáceres y el caso ha llegado a Italia

«Cuando comenzamos este proyecto, sabíamos que teníamos una responsabilidad con el lugar y nuestra historia», explica Rafael a la prensa italiana. Habla de los abuelos de Marina, su pareja, quienes levantaron la casa «con sus propias manos». 

«El reto de dar vida a este espacio no fue fácil, pero al mismo tiempo, sentimos que asumíamos el papel de custodios de un legado familiar que queríamos mantener vivo», explican los dos jóvenes, ambos arquitectos.

La prensa italiana se hace eco del qué y también del dónde, porque el refugio familiar se sitúa en Cáceres, «en el corazón de la Dehesa de Extremadura», añade Ad Italia

El reto de Marina y Rafael era «diseñar respetando las características existentes, tanto naturales como artificiales, ya que había edificios anteriores construidos por mis abuelos, con un fuerte significado sentimental«. «Desde el principio, supimos que queríamos intervenir lo menos posible«, prosigue la nieta.

Aseguran que rehabilitaron el espacio con una filosofía similar a la de sus abuelos: materias primas locales, métodos de toda la vida y mucho trabajo a mano. «La piedra proviene de la propia tierra y las paredes interiores están encaladas con cal natural , una técnica tradicional de la región», prosigue la pareja.

Pero, evidentemente, también hay espacio para los avances del siglo XXI. Por ejemplo, en el «sistema de apertura único, diseñado por nosotros» en las partes metálicas. Hay elementos reciclados que suman su valor histórico al emocional, como puertas y ventanas

«Cada una tiene su propia historia, y nos gusta pensar que estos elementos han tenido vidas distintas, que formaron parte de otras casas y otras épocas», remata Marina, orgullosa de haber dado una nueva vida a la gran obra de sus abuelos.